Pamplona. ¿Qué tal el día de después de la final?

He andado por Goizueta, por el pueblo. Tenía intención de ir al monte, lo tenía pensado desde antes de jugar.

¿Con su hermano?

Sí, he ido con Asier y con los perros al monte, a cazar. A por becadas.

¿A cambiar el chip?

Ya estaba un poco con el mono porque llevaba tiempo sin ir a cazar. En estas fechas la temporada de caza suele coincidir con el Cuatro y Medio y los partidos y puedo ir menos de lo que me gustaría. Lo tenía ya pensado. Tanto si ganaba como si perdía, iba a ir igual, igual. Hemos estado unas cinco horas por el monte, pero tranquilos. Hemos ido despacito.

¿Notó agujetas y cansancio durante el día?

Sí. He notado agujetas y alguna molestia, pero ya está pasado el campeonato y, si ganas, todo es mejor.

Como dice el refrán, sarna con gusto no pica.

Eso es.

Además, apenas tendrá tiempo libre, ya que el miércoles se presenta el Parejas. Esto no para.

Sí. Lo que está claro es que aquí va todo seguido, pero ya estamos acostumbrados. Nosotros tenemos que jugar lo que nos diga la empresa y al final lo que atrae son los partidos de campeonato. También las empresas apuestan por ello. Como casi siempre, acabamos el Cuatro y Medio y en una semana empezamos el Parejas, que será un campeonato largo. Ahora, a ver si podemos repetir.

¿Pudo celebrar algo la txapela el sábado por la noche?

No. Normalmente solemos celebrar por la noche y hacer una cena y eso. Estuvimos dudando en ir a cenar a algún lado, pero al final dijimos que no. El horario no era bueno, salimos muy tarde del frontón. Además, siempre tenemos control y suelo ser el último. Sabíamos que se iba a hacer tarde. Un amigo ya me dijo que podíamos hacer algo en una sociedad en Donostia para unos 30 o 40, pero la verdad es que era muy tarde. Para la una y media o las dos de la madrugada ya estaba en casa.

¿Se queda con un regusto raro por no poder celebrar como acostumbra la txapela?

No. Ningún problema. Para mí lo más bonito es ganar la txapela. El día que he pasado hoy -por ayer- es igual de bonito que si hubiera salido un rato el sábado por la noche. Aquí lo que vale es ganar la txapela.

¿Ha podido revisar algo de la final contra Martínez de Irujo?

No. Casi nada. Por la mañana he hablado con Asier un poco. Yo tampoco soy de darle muchas vueltas. Igual cuando pierdes te vienen más cosas a la cabeza, pero cuando gano no pienso mucho en ello. Aun así, aquí da igual jugar bien, mal o regular, lo que importa es la txapela.

¿Cómo valora el campeonato después de haber sufrido tanto en algunos partidos, incluida la final del sábado?

Mi valoración es tremendamente positiva. Lo importante era estar en la final, da igual jugando bien o mal. Con los apuros que he pasado, llegar a la final y ganar la txapela es buenísimo.

¿Ha sido la competición más complicada de su vida deportiva?

No lo sé. Pero sí que en el último mes y pico he tenido problemas con los adductores, casi no podía entrenar e iba de partido en partido. Eso no es fácil, pero lo que vale es seguir jugando y ganando, aunque no estés bien físicamente.

¿Sabe el triunfo un poco distinto por esta razón?

No. Sabe como todos. Todas las txapelas son distintas y tienen algo especial. Este Cuatro y Medio lo veía muy complicado, pero al final ha salido todo muy bien.

Tuvo partidos complicados y se supo recomponer...

Eso ha sido lo más importante. No jugando bien en los partidos contra Ezkurdia y Saralegi, que también podía haber perdido, supe ganar. La txapela así sabe muy bien.

¿Vio las cosas muy negras cuando Irujo se situó con un 6-12 a favor?

Sí, aunque en el mano a mano hasta el 22 tienes que seguir. Con el saque siempre se hacen tacadas y tenía claro que tenía que cambiar el chip cuanto antes, coger el saque y tratar de darle la vuelta al marcador.

¿Notó molestias en los adductores?

En el partido, la verdad, no noté nada. En una final, aunque estés cojo o con problemas, tienes que jugar.

Comentó en la rueda de prensa de la elección de material que en la final se vería su estado de forma real.

La verdad es que jugando no noté nada. Eso sí, hoy -por ayer- estaba cansado, con agujetas, pero esta semana se verá. Por lo menos, por ahora, estoy sin molestias.

Además, la tensión ayuda a remitir los dolores.

Por eso. Con la tensión de la final a uno se le quitan las molestias.

¿Ya ha bajado el nivel de tensión?

He soltado un poco ya, pero hasta que pasen un par de días, nada. Al final, son dos semanas en las que siempre pasa lo mismo, la gente te habla de lo mismo y estás metido en ello sin desconectar. Ganando sabe distinto.

Lleva ya 13 txapelas.

Lo que estoy diciendo últimamente, para mí es más importante seguir jugando así para intentar ganar más txapelas. La del sábado para mí es como si fuera la primera. La vivo con la misma ilusión. Es como si tuviera 18 años.

Y siete finales, siete victorias...

En las finales influyen un montón de cosas y puede que ya no llegue a ninguna más. En esta distancia he tenido la suerte de que me hayan salido las cosas así. Solo llegar es complicado; y ganar, más.

Con el 6-12 se sentó en la silla con Asier y comenzó la remontada. ¿Recuerda qué le dijo?

No sé qué me dijo, pero me intentó meter en el partido. Veía que Juan estaba jugando muy bien y sabía que no estaba cómodo en el ancho y no metía bien la cintura. Aun así, lo más importante es que me pude recuperar a tiempo.