pamplona - Desde los 14 años June Kintana (12/04/1995) ha soportado la presión de ser campeona. En sus competiciones, el disco no es ya lo que más pesa, sino su autoexigencia. Cada buen lanzamiento la libera, la acerca a su sueño. Aquello a lo que ha aspirado desde que topó con su especialidad sin pretenderlo. El anhelo que inspira a su ánimo para seguir en un deporte casi invisible: ser Olímpica.

¿Cómo apareció el disco en su vida? ¿Quién se lo metió en la cabeza?

-Mi primera entrenadora, Idoia Mariezkurrena. Yo empecé en la escuela de atletismo del Pamplona Atlético y Lorea Oloriz, que era la que llevaba los lanzamientos, un día nos mandó a hacer disco y vio que se me daba bien y habló con Idioia, que era ya la entrenadora de lanzamientos de los mayores. En realidad yo no tenía ni ida de lanzar, y claro, siempre te dicen que el atletismo es correr, saltar y tal. Pero un día probé el disco, me gusto mucho y acabé especializándome.

Desde los 14 años ganando torneos. ¿Ha sido el disco el centro de su vida desde pequeña?

-Sí, aunque nunca pensé que acabaría lanzando el disco, la verdad.

¿Por qué?

-Simplemente porque no tenía ni idea. El lanzamiento siempre ha estado en atletismo un poco a parte. Yo llegue a la escuela y hacíamos de todo, pero nunca pensé que acabaría en lanzamientos. Lo que pasa es que yo siempre he sido alta, corpulenta o fuerte. Al final, físicamente, yo fondista no puedo ser, porque soy muy grande. Así que nada, me metí en lanzamientos. Además con el grupo te lo pasabas bien, con un núcleo muy bueno.

¿Cómo ha condicionado la preparación su día a día? ¿Renunció a hacer ciertas cosas por el disco?

-Sí, sobre todo a nivel social. Salgo menos, no puedo ir así porque sí a cenar cualquier día. Los fines de semana te limita mucho hacer ciertas cosas como, por ejemplo, esquiar, porque son deportes que denotan un alto riesgo de lesión. Por eso sí que hay mucha limitación, pero bueno, es una forma de vida.

Pero no lo cambiarías por una vida más social, de más amigas, de más salir e irse a la noche a lo viejo.

-No, porque esto engancha. Al siguiente día de no poder entrenar, porque he enfermado o estoy lesionada, tienes esa cosilla dentro, el querer entrenar. Tienes esas ganas, esa ilusión. Se convierte en algo tan rutinario que quizás sí que piensas “jo, mis amigas habrán ido a un festival y yo no voy”, pero luego la recompensa que tienes después de entrenar y lanzar, haciendo buenas marcas y ganando campeonatos, no lo cambio por nada. Es una satisfacción diferente.

El año 2009-10 fue increíble. Quedó primera en todos los torneos que competió en 800 gramos y 3 kilos.

-No esperaba que se me diese tan bien. A ver, en las categorías menores siempre hay menos nivel y en aquellos años entrenaría tres días o así como mucho. Y claro, las cosas fueron saliendo, en los campeonatos ganaba o lanzaba más distancia que las que venían por detrás y entonces decidí dedicarme a esto con la ayuda de mis padres y de mi entrenadora.

Desde entonces ha estado siempre en la élite del disco en España.

-Yo creo que me dejé llevar, porque en esto del mundo del deporte yo siempre he sido muy culo inquieto. Nunca pensé que me dedicaría siempre a lo mismo, a mí me gusta probar de todo, diferentes deportes. Me dejé llevar porque estaba a gusto entrenando, con los compañeros, el ambiente, el sitio y todo. Al final acabas disfrutando y eso es lo que te hace seguir en ello. Quizá lo peor fue en Bachiller, ahí eran muchas horas de entreno, pero también había que dedicar muchas horas al estudio, y con la selectividad y todo fueron unos años un poco agonizantes, pero de todo se aprende.

¿Quien tuvo la culpa de que siguiera siempre a un alto nivel y mantuviera la humildad? Su entrenador, su entorno...

-Yo creo que, sobre todo, viene de la familia, de cómo te eduquen. Considero que somos una familia muy humilde y eso se contagia. Además, por mi personalidad, yo creo que nunca sería capaz de alardear de que soy la mejor. Es simplemente agradecer las felicitaciones y seguir con lo tuyo. No eres más o superior a nadie por ganar una medalla o cualquier cosa. Igual en el deporte sí destaco, pero otras personas destacan en los estudios. Es no ser egocéntrico.

¿Cuál es el mejor momento de su carrera hasta el momento?

-Uno de los mejores momentos que recuerdo es el Mundial de Oregón. La marca no fue la mejor, pero el estar ahí, en un Mundial, en la final con las contrincantes. Ese ambiente: las gradas, gritando, animando, el estar en Estados Unidos... En la selección nos animamos entre nosotras y recuerdo un día muy bonito. Además, ese año, como fue muy bueno, tenía mucha ilusión y muchas ganas. Ese y el Campeonato de España de 2015, que quedamos mis dos compañeras y yo en el podio. Sabina Asenjo, que es la actual campeona de España, quedó primera, yo quedé segunda e Inés de Enero, tercera. El momento de ver que íbamos a quedar las tres medallas... fue uno de los mejores.

¿Y el peor?

-Ha habido malas competiciones. Las peores son esas en las que te metes mucha presión. Son las más duras porque me bloqueo, no reacciono y las cosas no salen. Con tantos lanzamientos que hacemos en los entrenamientos, metiendo tantas horas, y al final la presión que te metes a ti misma en la competición no te deja relajarte y lanzar como sabes.

¿En el disco es mejor no pensar?

-En el momento de la competición, sí. Es mejor tener como apoyo que has entrenado y lanzado mucho, que eres muy práctica en la técnica, todo muy pulido. Confiar en ti y decirte que hasta ahora has hecho todo este trabajo y que hoy también va a salir bien. Si desde el principio de la competición me marco que tengo que hacer x metros... nada, ya no funciona. Me bloqueo, me presiono a mí misma y no salen las cosas.

Ser la primera en el Campeonato de España le dio el billete para los Europeos, ¿satisfecha con el cuarto puesto?

-Este invierno estoy supersatisfecha, me ha ido incluso mejor de los que esperaba, porque el invierno pasado la temporada fue un poco flojilla y la verdad es que este año iba a lo que saliese. Estoy muy contenta por mi capacidad en la competición de estar tranquila y confiar en mí misma.

Se siente satisfecha con el cuarto puesto, ¿significa que España no es una potencia en disco a nivel europeo? Que todavía le queda un largo camino.

-Tiene camino por recorrer, pero el problema es que los otros países tienen muy buenas lanzadoras. Hay mucho nivel y cuando la Selección Española va a unos Campeonatos de Europa, el objetivo es ser finalista, y si toca medalla, mucho mejor, pero el nivel está muy alto como para pedir podio. Pero poco a poco vamos progresando, ha mejorado mucho. Hay rachas, hay años buenos, otros peores... es una montaña rusa.

¿Cuál es el problema? ¿Que haya pocas lanzadoras?

-También, sí. Eso también influye. En España lanzadores hay pocos, porque suele ser el sector que menos fama tiene. Se ve que a la gente no le gusta o le atrae más un fondista, un saltador o un velocista que un lanzador. Eso va por gustos, aunque al final es por no estar informados. La gente que ha conocido este año el mundo del lanzamiento queda sorprendida porque es una modalidad muy bonita y no es tan conocida como el fondo o la velocidad. Siento que el atletismo esta un poco definido por atletismo-correr, pero no es así. Una vez que conoces el deporte y empiezas a informarte sobre las modalidades, a la gente le gusta todo. Es simplemente informarse.

El mayor problema del disco en España es que no tiene visibilidad.

-Sí, yo diría eso sí, o no tiene tanta visibilidad como otras modalidades.

La temporada no para, ¿cuál es su próximo objetivo?

-El próximo objetivo es el Campeonato de Europa Promesas de Polonia. Lo tenemos a mediados de julio y por ahora ese es el objetivo principal, poder quedar finalistas y hacerlo lo mejor posible. Creo que es asequible quedar finalista, pero tiene que salir bien. Es poder controlar en ese momento los nervios, la confianza.

¿Se imagina en unos Juegos Olímpicos?

-Pues ese es el objetivo, pero no te puedo decir ahora mismo claramente si voy a ir. Mi gran objetivo es estar en Tokio 2020, pero poco a poco. No sé la progresión que voy a tener. Las lesiones hasta ahora me han pasado factura: alguna hernia, el hombro fastidiado, el tobillo. Entonces hay que ser precavido y luego, si llego a los Juegos Olímpicos, yo tan contenta y si no, a los próximas.

Trayectoria. Nacida en Pamplona el 12 de abril de 1995, empezó a destacar en el lanzamiento de disco a los 14 años integrando las filas de su único club hasta el momento, el Pamplona Atlético. Al acabar el Bachiller, se mudó a León para estudiar veterinaria y entrenar en el CAR con el preparador Carlos Burón.

Peso (4 kg) FEM. AL

Primera con 12,03 mCampeonato control Aire Libre

Disco (1 kg) FEM.

Cuarta con 53,86 m17ª Copa Europea de Lanzamientos

Primera con 52,9 mControl RFEA Peso-Disco

Primera con 52,67 mCampeonato Navarro de Invierno

Primera con 51,76 mVII Campeonato de España de Invierno

Primera con 51,07 mIII Jornada de Liga Autonómica de Invierno

Peso (4 kg) FEM. PC

Sexta con 11,95 mCopa del Rey y la Reina de clubes en Pista Cubierta