En junio de 2009, María Hernández Muñoz (Pamplona, 24/3/1986) estaba en lo más alto. Fue elegida mejor golfista universitaria de Estados Unidos en los Honda Sports Award, que distinguen a las mejores deportistas de las universidades en doce disciplinas. Acto seguido dio el salto al profesionalismo y hace once años ganó su primer campeonato, el Open de Eslovaquia.

Su vida cambió al volver de un torneo en China a finales de 2014. Una bacteria entró en su organismo y no pudo rendir desde entonces. Los médicos no supieron diagnosticar exactamente qué le ocurría. Nunca lo sabrá. "Jugaba torneos jueves y viernes y estaba bien, pero llegaba el sábado y no podía físicamente", reconoce la golfista navarra.

Hernández decidió tomarse un año en blanco para recuperarse bien y regresó a los campos de golf en 2018. Ha vuelto a casa. Ha disputado 57 torneos desde entonces y el pasado domingo logró su mejor resultado. Quedó tercera en el Estrella Damm Mediterranean Ladies Open (del circuito del Ladies European Tour) celebrado en Sitges. La prueba de que, poco a poco, está recuperando su mejor nivel.

A lo largo de estos años, agradece el apoyo de su entorno y que ha sido clave para resurgir: “La gente de mi alrededor ha creído mucho más en mí de lo que creía yo y eso hace todo mucho más fácil”.

-¿Cómo se encuentra tras su tercer puesto en el Mediterranean Ladies Open de Sitges?

Estoy muy contenta. Llevo un año bastante regular, aunque me ha faltado cuadrar un poco. Cada semana estoy mejor y más consistente. En Sitges he podido cuadrar más.

-¿Cuál fue la clave de su rendimiento?

Tuve un juego muy consistente y no me metí en muchísimo problemas. Había unos hoyos nuevos que no estaban en buenas condiciones. Era un aspecto bastante clave salir bien de esos hoyos y es lo que he sido capaz de lograr. El último día sopló bastante viento, pero he jugado muy consistente todo el fin de semana.

"En Sitges he jugado consistente todo el fin de semana y no me metí en problemas, llevo un año bastante regular"

-Estuvo solo a cuatro golpes. ¿Vio cerca la victoria?

Iba muy centrada en mi juego, a lo mío. Sabía los momentos en los que tenía que apretar para hacer birdies. Fui capaz de hacerlos, pero hice par en un par 5, que era una gran opción de birdie. Durante toda la vuelta iba muy bien, pero no me acababan de entrar los putts. Tuve muchísimas oportunidades, pero no entraban. No obstante, hay que estar ahí para lograr el objetivo.

-En declaraciones al terminar el campeonato, comentó que le faltan "algunos buenos hoyos para cuadrar un torneo". ¿Cree que el triunfo en un campeonato está cerca?

Mi juego cada vez está más cerca del mejor nivel. El objetivo siempre es ganar y estar arriba. Cada semana lo voy mejorando. No han sido los resultados tan buenos como para el juego porque siempre me faltaba un poco. Siempre había un algo. En Francia, hace dos semanas, acabé con 68 y quedé la 12ª. Ahora he podido lograr el tercer puesto. Estoy más cada vez más cerca del objetivo real.

-Pasó a profesionales a mediados 2009 y ganó el Open de Eslovaquia en 2010, su único triunfo. ¿Cómo recuerda esa época?

Siempre la recuerdo especial. Era mi primer campeonato en el tour europeo como profesional. Ahora estoy en otro momento de mi vida y en estos años han pasado muchas cosas. Veo que estoy más cerca de encontrarme como estaba anteriormente.

María Hernández, en plena acción este año. Foto: Cedida

-En esas muchas cosas de los últimos años destaca el torneo de China en 2014 y todo cambió.

Tomé un agua y un plátano cuando estaba en China y a partir de ahí empecé a tener un problema de bacterias. Me acarrearon unos problemas.

-Entre 2014 y 2016 siguió jugando a pesar de que no estaba bien.

Yo jugaba porque jueves y viernes estaba bien, pero el fin de semana físicamente no podía. Tiraba y tiraba porque me deían estaba todo bien, pero yo sabía que me pasaba algo. No me encontraba bien. Cada uno conoce su cuerpo y por mucho que te diga un médico que estás bien, sabes que te pasa algo. Cuando volví de Australia, que casi no puedo acabar el torneo, finalmente me dijeron que había algún problema.

-¿Qué pasó en 2017 para decidir tomarse un descanso?

Tuve que parar. Físicamente no podía.

-¿Siempre tuvo claro que quería ser profesional del golf o tuvo dudas en ese periodo?

Tienes tus dudas, pero gracias a Dios la gente que tenía a mi alrededor siempre me ha estado apoyando. Han creído más en mí mucho más de lo que creía yo y eso te lo hace todo mucho más fácil.

"Mi juego cada vez se acerca más a mi mejor nivel"

-¿Cómo fue volver a competir después de la baja?

Fue complicado. Llevaba unos años buenos y venía de una carrera amateur buena. Pero de todo se sale y como se puede ver, estoy más cerca de recuperar mi nivel. Ahora estoy en casa encantada.

-¿Y ahora cómo está de aquella bacteria?

Tengo mis síntomas, pero con mi equipo de trabajo lo estamos sabiendo llevar. Está siendo un año con muchísimo torneo y hemos empezado tarde por el covid. Gracias al equipo que tengo detrás estamos pudiendo solventarlo.

-Tiene 35 años. ¿Se ve con más ganas que nunca de estar en el circuito?

Sí. Tengo las mismas ganas y la misma ilusión. Casi estoy volviendo a empezar y el juego cada vez está más asentado y va más en la dirección correcta. Ahora tenemos unos objetivos y hay que seguirlos para llegar a donde queremos.

-¿Cuál son esos objetivos ahora? ¿Algún campeonato o seguir recuprando sensaciones?

Seguir mejorando físicamente. También mejorar el juego corto y largo. Y ya llegaremos donde queremos.