ES la mítica pregunta de Trivial: ¿quiénes fueron los primeros alpinistas que alcanzaron la cima del Everest? Sin embargo, su respuesta es mucho más compleja que las cuatro opciones que suele dar el famoso juego. Porque los libros de historia narran que fueron el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tenzing Norgay los primeros en hollar con éxito la cumbre de la montaña más alta del planeta tras lograrlo el 29 de mayo de 1953. Así que si alguien opta por esa contestación a todas luces se llevará el quesito o la cuña de la categoría de Deporte y Entretenimiento.

Sin embargo, en ocasiones, la historia se equivoca. O quizá sus libros no cuenten el relato completo. Y por eso, ayer el BBK Mendi Film Bilbao-Bizkaia y Sebastián Álvaro, conocido por dirigir durante dos décadas Al filo de lo imposible, unieron fuerzas para relatar la historia completa del Everest. O al menos toda la que, por el momento, se conoce. Por ello, el Palacio Euskalduna fue testigo de cómo el aventurero madrileño desempolvó el baúl de la especulación para abordar una pregunta que deambula en el inconsciente de los amantes de la montaña desde hace casi cien años. Desde que en 1924 los británicos George Mallory y Andrew Irvine desaparecieron en la helada pendiente del Everest en el intento de ser los primeros en pisar su cima. ¿Lograron su objetivo o perecieron antes de llegar a la cumbre? Una pregunta que, aún a día de hoy, casi un siglo después, sigue sin respuesta.

Nadie mejor que Sebastián Álvaro para escarbar en uno de los grandes misterios del alpinismo. Conoce los picos más altos del mundo, lleva en sus piernas más de 200 expediciones -cinco de ellas al Everest-, y este mismo año publicó Everest 1924. El enigma de Irvine y Mallory, un libro editado por Desnivel en el que, desde una mirada periodística y tras una investigación bárbara, expone los hechos confirmados para que el lector saque sus propias conclusiones. "Esta es una historia que llevo persiguiendo desde que comencé a escalar. Dos tipos desaparecen el 8 de julio de 1924 y el último que los ve dice que los vio a 8.650 metros. Es decir, a 200 metros de la cumbre. Entonces la pregunta esencial es: ¿pudieron ser ellos los primeros en conseguirlo? Me maravilla porque es la historia más enigmática y más fascinante del alpinismo", explicó el propio Sebastián Álvaro.

Y es que, según el autor, este relato tiene todos los ingredientes para seducir. Sucede en Asia Central, un lugar "desconocido hace cien años", ocurre en un momento donde "confluyen los intereses de dos grandes imperios como el ruso y el británico -la carrera por alcanzar la cima del Everest fue tan peleada como la llegada del primer hombre a la Luna-, y tiene como protagonistas "a la última generación de alpinistas románticos". De hecho, el realizador siente devoción por Irvine y Mallory: "Son unos personajes irrepetibles porque además de alpinistas eran cirujanos, pintores, músicos, cartógrafos, geógrafos y espías al servicio de su majestad. Pero es que además en el caso de Mallory todo ello era compatible con participar en la Primera Guerra Mundial, casarse y tener tres hijos".

Así pues, tanto en su libro como en la conferencia del Mendi Film, Sebastián Álvaro esclarece algunas de las especulaciones sobre el ascenso de Irvine y Mallory: "Solo trato de ofrecer alguna respuesta que se conoce y, sobre todo, desmontar las teorías que decían que no pudieron alcanzar la cima porque no tenían ni la preparación física ni el material adecuado. Son dudas que el tiempo ha barrido porque en 1960 un grupo de chinos lo logró por la misma vía y apenas tenían experiencia, mientras que Mallory era el mejor alpinista de su generación. Así que si los chinos pudieron subir, Mallory también". Asimismo, el alpinista recuerda que en 1999 fue hallado el cadáver de Mallory a unos 8.200 metros y su descubrimiento pudo arrojar luz a algunas cuestiones más: "Descubrimos que murieron por una caída mortal y gracias a lo que tenía en los bolsillos sabemos que tenían un ataque planificado a la cumbre y que no llevaban todo el oxígeno por lo que se deduce que estaban de bajada. Asimismo, debía de ser tarde o noche porque no llevaban las gafas de sol puestas; ni llevaba la fotografía de su mujer, Ruth, que prometió dejar en la cima junto a una carta".

FINAL ABIERTO

Con todos esos datos, Sebastián Álvaro realizó una crónica de lo que se sabe hasta el momento y algunas valoraciones basadas en su experiencia -con Al filo de imposible recreó el ascenso de Irvine y Mallory-. Sin embargo, el director siempre se aseguró de "dejar un final abierto porque esta historia te atrapa y siempre quieres saber más ya que todavía tiene muchas incógnitas". Así pues, pregunta de Trivial: ¿fueron realmente Edmund Hillary y Tenzing Norgay los primeros en subir el Everest? Nadie lo sabe. Aún.