Con su decisión de censurar –a la brava, como en el Oviedo-Espanyol, o cutremente, como hizo ayer en el resto de partidos de Primera (con tomas cenitales y los comentaristas hablando de la paz en el mundo)– la protesta de los jugadores por la decisión de llevarse a Miami el Villarreal-Barcelona, LaLiga está haciendo el tonto.
Si lo que pasa en los campos no se cuenta bien contado, no faltará quien lo haga y, de paso, señale a LaLiga por su ridícula manera de intentar ocultar esos 15 segundos sin juego en el inicio de cada partido.
Y, además, hace que la gente caiga en la cuenta de que los jugadores tienen razón en lo más básico: llevar un partido a terreno neutral es adulterar la competición.
Un suponer: el Barça gana ese partido y gana la Liga por 1, 2 o 3 puntos. Si tan fenomenal es la idea, ¿por qué no se hace con un partido que alguno de los grandes iba a jugar en su campo?