El Campeonato Individual de Remonte Profesional de Navidad-G.P. Martiko 2025 ya conoce a su nuevo rey. Mikel Otano impuso su potencia y su pegada ante Eloy Otxandorena en el Toki Eder de Aoiz, que presentó un llenazo para la gran final. Tras encarrilar el partido con una ventaja de siete tantos, el doneztebarra apretó en el tramo final y Otano sufrió para certificar el título con el 30-27. Un triunfo que le quita la espina de la final de 2023 y pone el colofón a una temporada brillante con su cuarta txapela, sin duda la más especial ante sus vecinos.
El último partido de la temporada congregaba a los dos remontistas que habían demostrado más regularidad en todo el año. Además, tanto Otano como Otxandorena llegaban en su mejor momento. En los primeros compases, el saque marcó el dominio del juego. Otano fue el primero en hacerse notar, aunque Otxandorena también mostró buenas maneras sacando y la contienda estuvo igualada (3-3, 7-7). De hecho, el doneztebarra se colocó 7-9 mandando en el marcador y ahí vino la primera tacada de Otano para marcar terreno. Hasta tuvo un susto el zaguero de Aoiz cuando en el 12-9, en un tanto que jugaron con la pelota rota y descosida, Otxandorena le golpeó con la cesta en la cara de manera fortuita. Por suerte, Otano pudo continuar sin problemas tras una breve pausa.
El 13-9, tras seis puntos consecutivos, fue un aviso de Otano en el que ya hizo gala de sus cualidades. Buen saque y potencia en el golpeo. Eso sí, Otxandorena no se quedó atrás y no iba a ceder más terreno. Le devolvió la tacada y mostraba cada vez más y más confianza, como en el dos paredes del 13-12. Además, seguía sacando muy acertado dejando algo descolocado al remontista local, que se vio por debajo 13-15.
Al mejor momento de Otxandorena, Otano respondió con la misma moneda. Encadenó siete tantos que le devolvieron el mando en una racha que podía ser un antes y un después tras colocarse 20-15. Al doneztebarra le costó reponerse. Cometió algún error al precipitarse para buscar la pelota llegando a bote pronto. El agoizko estaba mejor plantado en el frontón, sin conceder fallos y arrimando bien la pelota a la pared. El público empujaba a Otano aunque los aficionados de Doneztebe también se hicieron notar.
Sin embargo, Otxandorena no encontraba las soluciones que sí había logrado en el tramo anterior y Otano avanzó manteniendo su ventaja apoyado en el saque. Aunque ambos terminaron con cinco tantos de saque, el de Aoiz le sacó más rendimiento ya que en muchos casos le quedaban pelotas a placer tras el resto de Otxandorena. Con esa confianza, Otano metió un espectacular dos paredes en el 26-19.
Otano disfrutaba en la cancha y con el 27-20 veía muy de cerca la ansiada txapela, pero con Otxandorena enfrente tocaba sufrir. El delantero doneztebarra es de los que no se rinde y volvió a demostrarlo. No dudó en arriesgar, como en el 28-24 ajustando el dos paredes. El miedo de perder la txapela iba llegando a Otano y más todavía cuando no llevó una pelota en la pared que supuso el 29-27.
Muy cerca se quedó Otxandorena de culminar la remontada porque Otano cortó cualquier ilusión de su rival con otra buena pelota arrimada que el doneztebarra no pudo llevar a buena. El agoizko certificó así el cartón 30 y celebró con rabia y sonriente, ante todos sus vecinos, su primera txapela del Campeonato Individual de Navidad. La guinda del pastel de 2025 que cierra con cuatro txapelas.