la primera batalla del Mundial de Alemania y Dinamarca ya ha terminado y ahora empieza la segunda. Para España, esa primera batalla no ha salido todo lo perfecta que se esperaba. Los de Jordi Ribera no han podido acceder a esta fase con los 4 puntos en su casillero, que sí atesora Croacia. Viendo cómo vienen selecciones como Francia y Alemania -con tres puntos cada una- y teniendo España dos, el partido de esta tarde se traduce, simplemente, en el ser o no ser. Una victoria ante la selección francesa nos pondría con cuatro puntos en la tabla del Grupo I y, si perdemos, prácticamente está imposible para acceder a semifinales, por lo que el objetivo pasaría en ese caso por intentar colarnos entre las siete primeras plazas y obtener así el preolímpico. Con todo, el primer objetivo es intentar llegar a las semifinales del Mundial. El camino se ha puesto muy complicado, con esa derrota ante Croacia por 19-23. Y no hay que olvidar las sensaciones de España. El equipo está espeso, juega mucho hacia la zona central y los rivales acaban por crearle muchas dificultades. El juego está proyectado hacia el centro, dejando casi al margen a los extremos. Uno de los puntos fuertes, precisamente, de selecciones como Brasil, que también se ha clasificado para esta fase principal. Asimismo, hay otro tema importante: la frescura de los jugadores. En esta primera parte del Campeonato, creo que Jordi Ribera, el seleccionador, no ha podido distribuir los tiempos como sí hizo en el Europeo de Croacia, debido principalmente a las lesiones. Raúl Entrerríos está jugando más de lo previsto, ya que Dani Sarmiento no está al cien por cien. Y lo mismo ocurre con otros jugadores como Joan Cañellas o Ferrán Solé. Este es un punto que, quizá, desequilibra comparativamente respecto al Europeo. Esta tarde veremos cómo ha sentado el descanso y la jornada de reflexión de ayer, si ayuda para enfrentarnos a una Francia en la que ha vuelto a entrar Karabatic tras un parón por lesión. Con todo, no me parece de lo más desequilibrante del combinado galo, que tiene otros jugadores que sí lo son como Melvyn Richardson, hijo del mítico Jackson Richardson. España, pese a los fallos en los lanzamientos, está gozando de un buen balance defensivo y de portería, puntos que me hacen pensar que podemos ganar a Francia. Veremos, por otro lado, como va el tema arbitral. Algo que me está preocupando por el nivel de dureza que se está permitiendo.

El autor es técnico navarro de la Federación Española de Balonmano