terracina (italia) - El alemán Pascal Ackermann (Bora-Hansgrohe) ya destaca como el mejor esprinter del Giro al firmar el doblete en la quinta etapa disputada bajo la lluvia, en la que el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) retuvo sin problema la maglia rosa de líder, en una jornada con tranquilidad en la general pero en la que nada más comenzar registró la retirada del holandés Tom Dumoulin. El ciclista del Sunweb se despidió de la ronda italiana debido a los dolores que sufre en la rodilla izquierda tras la caída del pasado martes, en la que se vio envuelto en una montonera que le magulló el cuerpo y le obligó a pasar por el hospital, donde las pruebas radiológicas no detectaron ninguna fractura.

Lo más preocupante para el vencedor del Giro 2017 era una herida profunda en la rodilla izquierda que finalmente le ha impedido seguir en carrera. Con el Giro perdido, los objetivos de Dumoulin pasan por recuperarse lo antes posible y preparar su participación en el Tour de Francia.

Ackermann, de 25 años, debutante en el Giro, está sobresaliendo ante velocistas de entidad. En esta ocasión, en condiciones complicadas por el asfalto mojado, le ganó la partida al colombiano Fernando Gaviria (UAE) y al francés Arnaud Démare (Groupama), todos con un tiempo de 3h.27.05 pedaleando bajo la lluvia.

El alemán nacido en Kandel logró la quinta victoria de la temporada y reforzó la maglia ciclamino de la regularidad. Con altas dosis de prudencia en el asfalto convertido en una piscina, era cuestión de arriesgar y ahí el alemán fue mejor. Aunque el primero en soltar el latigazo fue el colombiano, que también buscaba el doblete, Ackermann saltó a su rueda, como un cohete para levantar los brazos por segunda vez. - Efe