REDACCIÓN DEPORTES. El belga Wout Van Aert (Jumbo Visma), triple campeón del Mundo de ciclocross, sigue empeñado en demostrar que ha nacido una estrella del ciclismo. Si ganó con autoridad a los especialistas de la contrarreloj el pasado miércoles, ahora dio una exhibición al esprint ante los hombres más rápidos del Dauphiné.

Van Aert, de 24 años, se mostró implacable de nuevo. Se impuso por velocidad en la quinta etapa disputada entre Boën-sur-Lignon y Voiron, de 201 kilómetros, como si de un experto se tratara, por delante del irlandés Sam Bennett (Bora) y del francés Julian Alaphilippe.

Un paso más del potencial de Van Aert, a quien solo le falta llegar a la montaña a partir de este viernes y batir a los escaladores. Uno de ellos, el británico Adam Yates (Mitchelton), conservó el maillot amarillo de líder sin dificultad en jornada de transición. Entrará en el fin de semana montañoso y decisivo con 4 segundos sobre el belga Dylan Teuns (Bahrain) y 6 respecto al estadounidense Tejay Van Garderen (Education First).

Era una jornada propicia para las fugas con final en ligero ascenso para rematadores o incluso velocistas. La primera premisa la cumplieron los franceses Bagot (Vital Concept) y Rossetto (Cofidis) y el italiano De Marchi (CCC), una aventura con licencia para soñar, pero muy complicada por el exceso de kilómetros y los intereses del esprint.

El Bora de Bennett y el Deceuninck del colombiano Alvaro Hodeg tuvieron que llevar el mando para evitar excesivas alegrías al trío de cabeza. Fueron los artífices de que el proyecto claudicara a menos de 2 kilómetros de meta, cuando De Marchi pegó el ultimo manotazo del ahogado.

Tuvo la etapa un desenlace apasionante, emocionante. Puso de su parte el noruego Boasson Hagen con un ataque postrero al que se unió el belga Gilbert. El Bora sudó tinta para alcanzar a ambos candidatos claros a la victoria.

Una vez neutralizados y con los favoritos a toda máquina en la recta de meta, apareció Van Aert soltando un órdago lejano que exigía mantener la velocidad ante el acoso de sus rivales. No solo sacó unos metros, sino que aguantó hasta alzar los brazos por segundo día consecutivo.

Una demostración del rey del ciclismo de barro, que está dispuesto a brillar en ruta. En las clásicas este año ya ha demostrado una regularidad impresionante: 14 en Flandes, segundo en la E3, sexto en la Milán San Remo y tercero en la Strade Bianche.

El medallista de bronce en el Europeo de ruta apunta alto, como su compatriota Remco Evenepoel, ganador este jueves de la etapa de la Vuelta a Bélgica y líder. Los juveniles piden paso a voces.

Este viernes la sexta etapa se disputa entre Saint-Vulbas Plaine de l'Ain y Saint-Michel-de-Maurienne, con un recorrido de 228 Kms, la más larga de la presente edición.