El derbi navarro de la Primera División de fútbol sala entre el Aspil Jumpers y Osasuna Magna, que debía jugarse este lunes a partir de las 20 horas, fue suspendido por la RFEF, atendiendo la petición del equipo pamplonés, con un positivo por coronavirus en su plantilla.

Lo sorprendente es que la RFEF no atendió por la mañana la petición de Osasuna Magna, sino que obligó a que se jugara el partido, pero dio marcha atrás en torno a las 17.45 horas, más de media hora después de que el equipo verde hubiera partido en autobús desde Pamplona, por lo que hizo en balde ese viaje de ida y vuelta.

Osasuna Magna había solicitado el domingo por la tarde a la RFEF el aplazamiento del partido al detectar un positivo en su plantilla, que además obligaba a guardar cuarentena a los otros dos jugadores del equipo que conviven con el futbolista enfermo.