donostia - Los derbis tienen ese componente terapéutico capaz de solucionar las crisis o los baches en 90 minutos. O en un solo momento, si el resultado es el deseado. Es lo que tiene una rivalidad histórica forjada a través de muchas décadas de enfrentamientos entre dos equipos cuyo culto por la cantera ha dotado a sus duelos de un componente distinto a la de los demás. La Real visita San Mamés en un mal momento, pero con un punto más que su anfitrión, que tiene un partido aplazado.

Los blanquiazules se presentan a la cita mermados por las bajas. No es normal el serial de contratiempos físicos que está sufriendo la plantilla txuri-urdin. Garitano ha tratado de no usar como excusa las lesiones ni las sanciones (esto ya es por culpa de los protagonistas), pero la realidad es que cruzará la A-8 con 16 jugadores del primer equipo, de los cuales dos son porteros.

El Athletic siempre suele ser favorito en los derbis en su estadio. La estadística histórica está ahí para consultarla, aunque en los últimos seis años solo haya ganado una vez. El choque llega demasiado pronto para ambos equipos que se encuentran en obras y en mitad de un ambiente tenso por las malas relaciones entre ambas directivas y los intentos de fichaje en corral ajeno de los dos.

Garitano todavía puede presentar un once de garantías, aunque debe medir si le conviene dejar algún arma de alto alcance en el banquillo. El problema es que, por si fuera poco, tiene tocados a Willian y a Sandro, que en palabras del técnico “está como está”. Todo parece indicar que Moyá seguirá en la portería, con Gorosabel debutando en la liga en el lateral, Navas y Moreno en el eje, y Kevin en la izquierda. En el centro del campo son seguros Zubeldia e Illarramendi, con Zurutuza y Pardo, que en teoría deberían estar disputándose la otra plaza, con muchas opciones de ser titulares los dos en el 4-2-3-1. Tampoco se puede descartar que entre Sangalli y el azkoitiarra continúe de central. Oyarzabal, en la derecha, y Bautista serían los otros dos que faltan. El de Errenteria, otro pretendido por el Athletic, tendría la oportunidad de su carrera si se cumplen los peores presagios y Willian José no se recupera. Sandro, si se encuentra disponible, y Bautista o Willian -el que no sea titular- quedarían como los recambios ofensivos en caso de que se tuerzan las cosas.

El Athletic, por su parte, contará con su equipo de gala si se confirma que Iñigo Martínez y Aduriz, que parecen llegar demasiado justos tras sus lesiones pese a que Berizzo declaró que estaban en condiciones de ser titulares. Con el argentino todavía ha intensificado la presión adelantada, especialidad de la casa, y con Dani García y Beñat quiere proponer más fútbol que en años anteriores. Sus mayores peligros no han cambiado. Williams, Raúl García, Muniain... Los que viven el derbi vasco como el que más.