MUTILVERA Jorge López, Álvaro, Aldave, Imanol Barace, Rubén Aguas, Javier Briñol, Marcos Munárriz (Erik Araque, min.79), Juan Los Santos, Jesús Ayensa, Adrián Alfonso (Sebastián Gómez, min.69), Eztieder Jakoisti y Daniel Ederra (Iván Martínez, min.34).

VILLANOVENSE Ismael Gil, Cristian Márquez, José María Tapia, Francisco Javier Sánchez, José Antonio Espín, Ángel Pajuelo, Eduard Marián (Leandro Martínez, min.59), Borja García, Andrés Carrasco, Gonzalo Poley (Manuel Raillo, min.66) y Francisco Martínez.

Goles 0-1, min.14: Pajuelo. 1-1, min.34: Los Santos. 1-2, min.49: Gonzalo Poley. 1-3, min.90: Leandro Martínez.

Árbitro Alejandro Sánchez Pulido (Comité Aragonés). Asistido en bandas por Gimeno y Salvador. Amonestó a los locales Sebastián Gómez y Álvaro Aldave y a los visitantes J.A. Espín, Sergio Domínguez y Borja García.

Estadio Mutilnova, 1.500 espectadores.

MUTILVA - Un Valle, un pueblo y un sueño rezaba la pancarta que los aficionados locales ondearon en frente de la bocana de vestuarios antes del comienzo del encuentro. Todo Mutilva, todo el Valle de Aranguren y todo el fútbol regional navarro se volcaron ayer con la Mutilvera. El sueño del equipo navarro, a pesar de jugar unos cuarenta y cinco primeros minutos para enmarcar, se esfumó tras caer ante el Villanovense extremeño en la tercera eliminatoria de la Copa del Rey.

La Mutilvera, empujada por su afición desde un caluroso recibimiento, salió al terreno de juego con las ideas muy claras. Andoni Alonso formó con su habitual 4-1-4-1, con Marcos Munárriz y Eztieder con total libertad entre líneas para poner en dificultad a la zaga pacense. Los visitantes, por su parte, vieron cómo se le pusieron las cosas de cara muy pronto. Antes del primer cuarto de hora, Ángel Pajuelo, capitán del cuadro extremeño, ejecutó un potente disparo que, tras chocar en un defensor, despista a un López que poco puede hacer.

El equipo de Andoni Alonso, tal y como lleva demostrando desde el comienzo de su andadura en Mutilva, supo reponerse al mazazo inicial y arrinconó a sus rivales en su propio campo. Ayensa sabía que su equipo requería de su presencia con el cuero, y tomó los mandos del encuentro. El mediocentro navarro se erigió en el líder de todo el centro del campo y se convirtió en el escudo perfecto para sus compañeros. Su presencia permitió a Marcos y Eztieder descolgarse y hacer mucho daño entre líneas a la zaga visitante. Los de Andoni Alonso sugerían posesiones pausadas pero creaban más ocasiones de peligro con espacios que explotar a la contra que con ataques a fuego lento. De esta manera, Ederra y Los Santos le dejaron los costados a los laterales blancos que, con el objetivo de alargar el campo, atrincheraron, todavía más a un Villanovense que esperaba en su campo buscando una respuesta rápida pero terminaba haciendo más daño cuando empujaba arriba con más hombres y encadenaba varios pases.

Fruto del dominio, los locales provocaron un claro penalti en el área de Ismael Gil. Ederra, cómo no, asumió la responsabilidad, pero el arquero vallecano le ganó la partida desde los once metros. En el saque de esquina posterior, Ayensa y Los Santos aprovecharon un despiste de la zaga para anotar un tanto que provocó el delirio en la grada del Mutilnova. Se llegó al descanso con un empate que supo a poco al aficionado navarro, ya que el dominio del conjunto de Mutilva fue inmenso.

Tras el paso por vestuarios, nuevo jarro de agua fría para las esperanzas de clasificación locales. Gonzalo Poley, desde una falta de más de treinta metros, sorprendió a Jorge López y volvió a poner por delante al Villanovense.

En ese contexto de mayor igualdad, estos pequeños detalles pueden decantar un encuentro, y así sucedió finalmente. Los de Julio Cobos pasaron de parecer estar sometidos en los primeros cuarenta y cinco minutos a verse por delante cumplida la hora de juego.

La presión alta del equipo de Villanueva de la Serena no permitía encontrar, tal y como ocurrió en la primera mitad, a jugadores blancos entre líneas, lo que provocó que Ayensa y Munárriz estuvieran obligados a recibir siempre de espaldas y a muchos metros de la portería defendida por Ismael Gil.

Más espesos que de costumbre, los zagueros locales se vieron abocados a ejecutar balones largos para que Adrián Alfonso peleará por ellos, pero la superioridad física de un equipo mucho más veterano que la Mutilvera pasó factura. Los navarros no encontraban la solución, y mientras pasaban los minutos, la ventaja seguía siendo para un conjunto extremeño que se aprovechó de su experiencia para que se jugara muy poco en los últimos minutos.

El técnico navarro movió el árbol buscando soluciones a la desesperada, pero Leandro en un contragolpe durante el tiempo de descuento, mató el empuje de los blancos y permitió al Villanovense acceder a la siguiente ronda de la Copa del Rey, en la que se enfrentará a un equipo de Primera División que esté disputando competición europea. El sueño de la Mutilvera se desvaneció en el último peldaño antes de alcanzar la gloria para todo un pueblo.