Vitoria - Ser el entrenador de moda de Primera División es lo que tiene, aunque la responsabilidad se ciña a un equipo, por presupuesto, mediano tirando a bajo que hace solo un año era colista y cabalgaba de forma irremediable a Segunda División. Hoy la realidad de ese equipo y ese entrenador, al que el Glorioso rescató del paro, es otra bien distinta. Camina con paso firme el Deportivo Alavés en los puestos más nobles de la tabla y lo hace a golpe de récords, batiendo, entre otros, el número de puntos en una primera vuelta en su casi centenaria historia (31 puntos a falta de un último partido para cerrar la ronda inicial) y ganándose el respeto de todo el fútbol estatal, cada vez menos convencido de que la obra de Abelardo pueda considerarse un milagro. Desde la llegada del técnico asturiano a Vitoria, el cambio de tendencia en el equipo ha sido radical. En 43 partidos de Liga y Copa, el Pitu asumió las riendas de un colista moribundo y lo ha transformado de tal modo que hoy es plantel de Champions, por delante de ilustres como Real Madrid o Sevilla. Ahí es nada.

Y en el epicentro de este éxito sin precedentes, Abelardo (Gijón, 1970), un técnico por el que ya la pasada temporada se interesaron varios clubes de la liga española e inglesa y por el que este curso, según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, se ha interesado ya un histórico como la Real Sociedad.

El primer contacto con el entorno del entrenador no fue casual. Tuvo lugar el pasado mes de diciembre, coincidiendo con la mala racha de juego y resultados del plantel que entonces dirigía Asier Garitano, cesado el pasado 26 de diciembre y sustituído por un hombre de la casa como Imanol Alguacil, al que el club txuri urdin le ha premiado con un contrato hasta 2020.

Así y todo, el interés de la dirección deportiva que gobierna el vitoriano Roberto Olabe por el actual técnico del Alavés sigue latente, habida cuenta de lo que está realizando el preparador asturiano en Vitoria. Mientras, desde las oficinas del Paseo de Cervantes no se ha recibido mensaje alguno acerca de su futuro, ni de las intenciones que la entidad alavesa pudiera tener entorno al comienzo de unas hipotéticas negociaciones para tratar su renovación. Fue el propio Abelardo quien dijo la semana pasada que aún no se habían reunido ambas partes y que lo primero era la consecución de los objetivos, en este caso, la permanencia en la élite.

Si la primera toma de contacto pasa por sellar matemáticamente la continuidad del conjunto vitoriano en la máxima categoría del fútbol español habrá que ver entonces con cuántos pretendientes cuenta el preparador gijonés en ese momento, lo que pudiera aumentar la dificultad de una respuesta afirmativa por su parte. Uno de los aspectos que tiene su razón de ser en ese primer contacto de la Real Sociedad con el actual técnico albiazul es su predisposición a trabajar con la cantera y la creencia que siempre ha mantenido en los jóvenes valores, algo que en la cúpula directiva donostiarra gusta y más con el potencial que siempre ha tenido Zubieta. Abelardo ya dejó en ese sentido su sello en Mareo cuando dirigió al Sporting y no tendría dificultad alguna en explotar esa vía si llegado el caso se produjera su desembarco en Donosti. Además, es claramente superior el potencial económico que tiene el cuadro guipuzcoano, lo cual siempre es un factor a tener en cuenta. No sólo su caché puede ser superior, sino las posibilidades que a la hora de realizar contrataciones se encontraría en la Real Sociedad respecto a las que está teniendo en Vitoria. Habrá que ver qué sucede en los próximos meses y si ese primer acercamiento va más allá en forma de oferta, además de comprobar si Imanol, que tiene contrato hasta 2020, termina cumpliéndolo o no.