El ruso Dmitri Rybolóvlev, riqueza mundial número 79 en 2009 según Forbes, adquirió el Mónaco en 2011, cuando militaba en la segunda categoría de Francia. No fue hasta la temporada 2013-14 cuando su dinero comenzó a inflar el proyecto deportivo. Ascendido a la máxima división francesa el curso anterior, el club monegasco cobraba una nueva dimensión con la potente inversión del magnate. Aquella campaña de despegue aterrizaron en el Principado James Rodríguez (45 millones), Falcao (43), Moutinho (25), Kondogbia (20), Toulalan (5), Martial (5), Carvalho (libre), Abidal (libre), Berbatov (libre)? De la noche a la mañana, con 160 millones de euros de inversión, el Mónaco pasaba a ser un equipo reconocido en Europa.

No obstante, desde la llegada de Rybolóvlev en 2011, la 2013-14 fue la primera y única campaña que ha gozado de un fuerte gasto en fichajes. Quizás condicionado el multimillonario por el gravoso desembolso que supuso su divorcio en 2014 -con el acuerdo de separación más caro de la historia merced a los 4.500 millones de dólares que fue ordenado a pagar a su exesposa; cantidad que descendió tras el proceso de apelación a 570 millones-, el proyecto se ha caracterizado por las ventas. Desde aquel curso 2013-14, el balance de ingresos por traspasos es de 856, según datos ofrecidos por Transfermarkt. Lo que se suele omitir cuando se habla de la economía del Mónaco, catalogado de club vendedor, es que gran parte de lo ingresado se ha gastado en nuevas incorporaciones: 614 millones. En esta compra-venta de jugadores el club ha trabajado estrechamente ligado al agente portugués Jorge Mendes, representante de Falcao, James, Moutinho, Carvalho, Martial, Abdennour, Fabinho, Bernardo Silva...

Durante esta agitación mercantilista hasta la actualidad, el Mónaco ha conquistado la Ligue 1 rivalizando con el opulento Paris Saint-Germain y además ha alcanzado las semifinales de la Champions League, lo que no ha logrado el club parisino en este tiempo. Por tanto, el crecimiento deportivo es incuestionable.

No obstante, temporada y media después de tocar el techo la era Rybolóvlev, con el octavo título de liga para el club galo, el Mónaco atraviesa una grave crisis deportiva. Alcanzada la mitad de la presente temporada, el equipo vive en puestos de descenso y apeado de la Champions, donde fue cuarto en la fase de grupos quedando consecuentemente apartado también de la Europa League.

El entrenador de los últimos cuatro cursos, el portugués Leonardo Jardim, fue relevado tras lograr una victoria y tres empates en las nueve primeras jornadas. Su relevo fue el debutante en los banquillos Thierry Henry, quien como jugador se granjeó la fama precisamente en el club monegasco. La llegada del que fuera ayudante en el pasado Mundial de Rusia del seleccionador de Bélgica, Roberto Martínez, no ha traído hasta la fecha revolución alguna. El equipo ha permanecido en situación de descenso y llegó a alcanzar una racha de 16 partidos sin conocer la victoria.

problemas en los despachos En los despachos las noticias tampoco han resultado halagüeñas, puesto que el pasado noviembre el propietario Rybolóvlev fue detenido, acusado de blanqueo, corrupción y tráfico de influencias, y posteriormente puesto en libertad pero bajo control judicial. Por otra parte, ese mismo noviembre salió a la luz que la Federación Francesa inició una investigación al club del Principado por posibles irregularidades en la contratación de futbolistas menores de edad. Causas que aún puede traer problemas.

A pesar de todo ello, la maquinaria de captación del Mónaco sigue en marcha aprovechando la ventana del mercado invernal. La entidad se ha hecho con los servicios de Cesc Fàbregas, que llega procedente del Chelsea con la carta de libertad. “Henry marcó la diferencia para mi llegada al Mónaco”, expresó el catalán, que forjó su relación con el entrenador en las filas del Arsenal. “El equipo se encuentra actualmente en una situación delicada, pero todos queremos mejorarlo”, añadió Fàbregas, que deja atrás una etapa en Inglaterra que le ha permitido entrar en el libro Guinness de los Récords por ser el futbolista que más rápido ha llegado a las cien asistencias en la liga inglesa.

“Estamos jugando con los reservas y ellos no pueden aguantar toda esta presión. Necesitamos fichajes”, clamaba Falcao, capitán del Mónaco, ante una plaga de lesiones -llegó a tener 17 jugadores en la enfermería- que se suma a la pésima marcha deportiva. Los 31 años de Fàbregas, los 36 del brasileño Naldo o los 30 del galo Vainqueur, todos reclutados este enero al igual que el cedido Batshuayi, contrastan con la edad de las incorporaciones más caras del pasado verano: Golovin costó 30 millones de euros y tiene 22 años; Henrichs fue fichado por 20 y posee 21; por Geubbels se abonaron otros 20 y presenta 17. El Mónaco realizó una apuesta por el talento joven que ha resultado incapaz de mantener el nivel competitivo de los años previos y que se está tratando de equilibrar con veteranía para sacar adelante la delicada situación. Evitar el descenso es ahora la obsesión de un Mónaco que se ha desinflado, desestabilizado con tanta ida y venida de jugadores.

TemporadaGastosIngresos

2018-19141361

2017-18123199

2016-175018

2015-16101185

2014-153989

2013-141604

TOTAL614856

*Datos en millones de euros ofrecidos por Transfermarkt.