pamplona - Izaskun Mainz lleva siete años entrenando en el Berriozar y acumula casi 20 jugando. Es la única navarra en los banquillos de Segunda División. Nines Núñez es su ayudante. De sus exjugadoras, Marta Álvarez es seleccionadora sub-12 y Valvanera Carretero también entrena Berriozar. Crea escuela, como ella aprendió de Gloria Etxarri, Popi, en el Lagunak. Es profesora (19-6-85, Pamplona). “El tema está limitado. Estamos encerradas en el fútbol femenino, pero no hay tantas opciones para entrenar, pero es cierto que cada vez hay más mujeres. La mentalidad social está cambiando y se va a abrir, porque hay muchas mujeres con muy buenas ideas. Falta oportunidad y visibilidad”.

Tiene el máximo nivel como entrenadora. “El carné vale dinero. Si el club te lo puede subvencionar, bien; pero si las jugadoras no están reconocidas económicamente, qué decir de las entrenadoras. Yo tenía compañeros que cobraban 1000 euros al mes por entrenar, y así sí te puedes pagar el curso de entrenador. Pero si cobras eso en todo el año, formarte, te cuesta dinero. En otros niveles hay ayudas, pero yo me lo tuve que pagar el curso entero en el nivel 3. Hace falta que los clubes apuesten por ti y quieran formarte, porque si es por tu cuenta es un presupuesto que no se ajusta a tu remuneración. Si te quieres formar, tienes que entrenar gratis. Pero a veces merece la pena no entrenar por dinero”.

El paso al fútbol masculino lo ve complicado. “En categorías inferiores masculinas, va apareciendo alguna chica, pero a nivel aficionado será lo que más va a costar. Hace falta que un club quiera dar una oportunidad y que una chica quiera entrar, siempre que se le valore sólo por su trabajo”. Trabaja en Fundación Osasuna. “Allí hay unas veinte chicas y 80 chicos entrenando. Está bien que los niños vean desde pequeños que hay entrenadoras y lo vean con naturalidad”. - M.J.A.