empezar la Liga como portero y acabarla como jugador no es lo más habitual. Y menos todavía llegando a ser el pichichi de la categoría. Es lo que le pasó a Carlos Cirauqui, un chaval del Funes, que pasó de recibir los goles a celebrarlos.

Tiene 22 años y es de Funes. Siempre había sido delantero, pero hace dos años se lesionó el portero del equipo y fue el único que dio el paso al frente para ponerse los guantes. Se había retirado del fútbol tras una grave lesión en juveniles y le hicieron ficha. En principio iba a ser para un partido, tal vez para algo más, pero acabó toda la temporada.

Así que esta temporada Carlos Cirauqui volvió a empezar la Liga como guardameta. Jugó seis jornadas con los guantes. Vio que el esguince de ligamento de rodilla que le había apartado de jugar a fútbol en juveniles estaba superado y le dijo al entrenador que quería volver a correr y a ser jugador. “Me había cansado de ser portero. Había empezado mal la temporada, con dos fallos en dos partidos, y me empecé a rayar. Llegaba a casa todos los días enfadado y no me merecía la pena seguir jugando. Le dije al entrenador que quería pasar a ser jugador”.

Su aportación como portero era autodidacta. “Se trata de aprender a base de golpes, de tirarte al suelo. En los clubes pequeños no tenemos entrenadores de porteros, así que cuando te pones en la portería intentas hacerlo lo mejor posible. Al principio me metían muchos goles, pero poco a poco fui mejorando. Sin embargo, a mí se me iban las piernas detrás del balón, porque toda la vida había sido jugador. Y esta temporada, que no empezaron las cosas bien, le dije al entrenador que lo de portero no era lo mío”.

En principio no era fácil, porque no tenía relevo. Pero finalmente encontraron un portero de Peralta, Iosu Olloqui, y le hicieron ficha. Carlos Cirauqui pasó a formar parte de la plantilla del Funes ya como jugador y tantas fueron las ganas que le puso a su nueva posición de delantero que desde entonces no ha parado de meter goles. “Soy el pichichi del equipo y el de la categoría”. Lleva 18 tantos. Y los que piensa meter todavía. Se disputa el pichichi con el jugador del Falcesino David Ochoa (19 en 19 partidos según la Federación), con la diferencia de que Carlos Cirauqui los primeros seis partidos jugó como portero. “El de delantero es un puesto mucho más agradecido que el de portero. Yo disfruto mucho más. Estoy en casa, jugando en el equipo de mi pueblo y marcando goles. No puedo pedir más. Como en casa no se está en ningún lado”, afirma cuando se le pregunta si saldría a otro equipo, aunque no se cierra puertas.

su sueño, el ascenso Por ahora su ilusión es subir al Funes a Regional Preferente por primera vez en la historia. Va tercero. “Quedan tres partidos y después la fase de ascenso. Lo vamos a intentar. Siempre hemos estado en Primera Regional. Nunca hemos celebrado un ascenso. Estamos terceros y tampoco hemos estado nunca tan arriba”.

Óscar Bermejo es el entrenador que les está guiando. Un técnico de Peralta que ha revolucionado el fútbol en Funes. “Nos cogió a mitad de la temporada pasada y ha hecho muy buen grupo. El 80% de la plantilla somos de Funes y hay alguno de Peralta. El objetivo es intentar subir”. Y la afición así lo siente también. “Cada vez viene más gente a vernos”. Quieren celebrar más goles de Carlos Cirauqui y, sobre todo, el ascenso.

Fecha y lugar de nacimiento. 22-8-1996, Funes.

Trabajo. En Exkal, Marcilla.

Trayectoria. Jugó en la Peña Sport en cadetes y juveniles, hasta su lesión de ligamento de la rodilla. Decidió abandonar el fútbol. Con 20 años, el Funes le llamó para jugar al menos como portero, ya que no tenían a nadie. Y esta temporada, a partir de la jornada séptima, ha vuelto a ser jugador.

La cifra. Lleva 18 goles en doce jornadas, ya que las siete primeras jugó como guardameta.