roma - Cristiano Ronaldo vuelve a Madrid mañana, esta vez para medirse al Atlético de Madrid en el partido de Liga de Campeones, pero en esta ocasión, este no es el Cristiano que se fue en verano.

Más intensidad según Allegri, la compañía de Mandzukic, un 95 por ciento de sus goles dentro del área, más sonrisas, una nueva celebración de sus tantos, el sentimiento de formar parte de una nueva familia y nuevos lujos asociados a su vida en Italia son las siete diferencias del CR7 madridista al juventino.

Massimiliano Allegri, entrenador de la Juve, ha destacado recientemente de Cristiano la intensidad del portugués. “A nivel físico, en cantidad, Cristiano lleva, más o menos, lo mismo que el Real Madrid. A nivel de intensidad, ha tenido mucha más este año, aunque es verdad que la temporada aquí es mucho más larga”.

Si su etapa madridista estuvo marcada por la convivencia con el francés Karim Benzema, en la Juventus Cristiano actúa principalmente junto a un nueve especial, que también cae a la banda como el croata Mario Mandzukic. La gradual evolución de Cristiano de extremo izquierdo, como un 7 clásico, a delantero centro ya se produjo en sus últimos años como madridista, pero en Turín el área de penalti se convirtió en el hábitat natural del luso.

Las sonrisas y la despreocupación son elementos que acompañan de manera constante a Cristiano en su nueva experiencia en la Juventus, un club en el que se integró inmediatamente y en el que su condición de estrella incuestionable y líder absoluto no le impidieron estrechar unas sentidas amistades con sus nuevos compañeros.

Tras apostar por un período de 2012 por el “calma, estoy aquí” y acostumbrar a sus aficionados al grito “Siuuu” en los últimos años para celebrar sus goles, Cristiano empezó en las últimas semanas a festejar de manera alternativa.

Por último, una de las grandes pasiones de Cristiano son los coches de lujo y deportivos. El portugués amplió recientemente su colección con un Rolls Royce Cullinan, el primer SUV realizado por la casa inglesa, cuyo precio supera los 300.000 euros. - Efe