Pamplona - Los socios compromisarios de Osasuna, reunidos ayer en una asamblea general extraordinaria celebrada en Baluarte, autorizaron con un total de 233 votos a favor y 62 en contra -amén de uno nulo y cinco abstenciones- el endeudamiento del club para la reforma integral de El Sadar y, por consiguiente, la propuesta de financiación de la directiva que encabeza Luis Sabalza, un plan que supone la petición de un préstamo bancario de 23 millones de euros, de los que 7 servirán para refinanciar la deuda actual del club y los otros 16 para acometer las obras de ampliación del estadio, propiedad desde 2015 del Gobierno de Navarra.

En una cita con masiva asistencia y elevada participación -fueron varios los compromisarios que se animaron a tomar la palabra durante una reunión de algo más de dos horas-, la directiva de Osasuna encontró el respaldo necesario para iniciar la reforma integral (escogida el pasado fin de semana por el 90% de la masa social del club en detrimento de la básica) propuesta por Muro Rojo-Harresi Gorria, proyecto que recibió un 45% del apoyo, muy por encima del recabado por los otros cuatro aspirantes.

Al tratarse de un endeudamiento superior al 20% del presupuesto ordinario de Osasuna, los estatutos del club obligaban a la directiva a solicitar la autorización de la asamblea y, además, obtenerla por una mayoría de dos tercios de los votos emitidos. Y pese a que se escucharon algunas voces discordantes con la propuesta de los actuales rectores del club -también otras muchas favorables-, un 77,5% de los votantes apoyaron la propuesta de la directiva, superando con creces los dos tercios (un 66,6%) necesarios para permitir el endeudamiento para la reforma y para aprobar el plan de financiación para acometer la misma.

De la defensa de la propuesta de la directiva se encargaron el presidente y el gerente de Osasuna, Luis Sabalza y Ángel Ardanaz, respectivamente, aunque también encontraron el apoyo en los alegatos de varios socios compromisarios, los más vehementes, los protagonizados por el exconsejero del Ejecutivo foral José Andrés Burguete y por el miembro de la Comisión de Control Económico Juan María Erice. Por contra, las intervenciones del concejal Iñaki Cabasés, así como de Javier Zabaleta y Ángel Larrea, ambos miembros de la extinta junta gestora de Osasuna, ejercieron de contrapunto a los discursos más oficialistas.

Tanto Ardanaz como Erice, dos hombres de números, insistieron en que Osasuna está capacitado para endeudarse, en que las nuevas cuotas serán más ventajosas en lo que se refiere a los tipos de interés, en que en los últimos cuatro años el club ha cumplido con solvencia con sus obligaciones fiscales y en que además cuenta con el apoyo de los bancos, del Gobierno y del Parlamento.

En este sentido, el gerente de Osasuna reiteró que, con el sistema de financiación que ayer se sometió a votación, el club seguirá pagando la misma cuota que hasta ahora (de entre 1,5 y 1,6 millones de euros durante los próximos 14 años y un último plazo de casi seis en el 15º) y que con la refinanciación de la actual deuda se rebajará el tipo de interés en un 1,5% (del 3,5% al 2%). Además, recordó que la entidad pagará una cuota adicional de 3 millones por cada temporada que el equipo esté en Primera, también destinará a la amortización el 25% de los ingresos por futuros traspasos de jugadores y el dinero de la televisión servirá como garantía del aval del Gobierno de Navarra que Geroa Bai y EH Bildu ya han registrado para que sea tramitada como una proposición de ley en el Parlamento, donde casi la totalidad de los grupos políticos que lo componen ya han mostrado su disponibilidad para aprobarla. No obstante, la concesión del aval todavía no es oficial.

Ardanaz también propuso como argumento para votar a favor del endeudamiento del club el hecho de que la directiva de Osasuna ya tiene el compromiso de tres entidades bancarias para conseguir el préstamo y que una cuarta se ha interesado en participar en la operación.

Pese a que hubo argumentos en contra -la mayoría de ellos por considerar que no es el momento de endeudarse para reformar un estadio que no es propiedad del club- y peticiones al Gobierno para una mayor implicación -uno de Burguete y otro de Larrea-, la directiva de Osasuna sacó adelante su propuesta por una amplia mayoría, notablemente superior a los dos tercios exigidos, y los compromisarios dieron luz verde a la operación. La reforma comenzará en junio.