Madrid - El lateral Juanfran Torres se despidió ayer del Atlético de Madrid, después de ocho temporadas y media en el club rojiblanco, en un acto en el que recordó que vino “un vikingo y se va un indio”, en alusión a su formación como futbolista en la cantera del Real Madrid. “Yo vengo de un pasado madridista, con un papá madridista al que enseguida transformé a rojiblanco, transformé a toda mi familia, a mis amigos, a mi entorno. El otro día leía una cosa muy bonita, que vino un vikingo y se va un indio, y tiene toda la razón”, manifestó el alicantino.

El lateral afirmó que su objetivo es “volver pronto” a la que dijo que es su “casa”, en la que ha pasado años “maravillosos, increíbles, los mejores” de su carrera, aunque también ha “sufrido mucho. Han sido años donde han pasado muchas cosas, pero lo que más me llevo es el corazón de todas las personas con las que he trabajado, los atléticos que me quieren y me respetan, es un orgullo que la gente piense que soy una leyenda de este gran club”, añadió.

El lateral agradeció al consejero delegado del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín, y al entonces director deportivo, Jesús García Pitarch, que pensaran en él en enero de 2011 para incorporarse al Atlético, una decisión que “me cambió la vida”. El lateral de Crevillente (Alicante, 9 /1/1984) llegó al Atlético procedente de Osasuna en enero de 2011, ha disputado en su etapa como rojiblanco 355 partidos, marcando 6 goles, repartiendo 41 asistencias y ganando 7 títulos: una Copa del Rey (2013), una Liga (2013-14), dos Ligas Europa (2011-12 y 2017-18), dos Supercopas de Europa (2012 y 2018) y una Supercopa de España (2014), además de la Eurocopa que ganó con la selección en 2012. - Efe