equipo - Metió Arrasate cambios en todas las líneas, hasta seis, portero incluido. Arrasate dibujó sobre el campo un 4-4-2 con un pivote inédito: Perea y Rubén García. El madrileño fortificó su zona, ganó metros y consiguió estrenarse como goleador con una llegada poderosa al segundo palo. El valenciano, por su parte, tomó la batuta, se ofreció como referencia en la elaboración y exhibió muy buen criterio en la distribución del juego. Futbolista completo.