pamplona - El lateral izquierdo de Osasuna Promesas, Endika Irigoyen, confesó que “sería muy bonito devolver al Promesas a Segunda B después del año pasado, que fue muy duro”.

“El vestuario está contento con el resultado que trajimos pero somos conscientes de que no está hecho, va a ser un partido muy duro y vamos a tener que trabajar hasta el final”, admitió el canterano rojillo, que definió al Cádiz B como un rival que “lucha, aprieta y no deja jugar fácil”.

Tras una exigente campaña en la que Irigoyen ha estado a caballo entre el filial y el primer equipo, el pamplonés afirmó que para estos partidos el cansancio “ni lo notas” y que “uno siempre se encuentra bien”. “En el partido de ida se vio que eramos equipos muy parecidos y va a estar al 50 por ciento”, concluyó. - Marcos Ondarra