No habitó el Stade du Hainaut un público neutral, puesto que los aficionados germanos eran clara mayoría, pero sí supo la grada reconocer el talento de una futbolista rival. Prácticamente todas las veces que Jenni Hermoso intervino con el balón, 20.761 seguidores coincidieron. “¡Ooooh!”, se oyó repetidamente en el estadio.

La 10 de la selección nacional intervino en el duelo ante Alemania donde más gusta, detrás de la punta. Ahí se siente más importante. “Fue un partido de los que mejor o más cómoda me pude sentir. El juego que pude hacer es el que venía imaginando mucho tiempo: entre líneas, intentar asociarme mucho, estar más en contacto con el balón. Ayer, personalmente, me sentí más satisfecha que en otros partidos”, dijo ayer en una entrevista a Efe.

Liberada de la responsabilidad de ejercer de 9, la madrileña pudo mirar atrás buscando algo de sosiego en las botas de Virginia Torrecilla y Silvia Meseguer. También pudo botarse a un lado y reclamar algo de complicidad en el pie izquierdo de Alexia Putellas; y hacerlo al otro, para lanzar a la carrera a Lucía García o a Mariona Caldentey. Ante la selección de Alemania, Jenni Hermoso pudo asimismo contemplar el frente y explotar la verticalidad de Nahikari García.

“Tener una delantera como Nahikari, que fija mucho a las defensas, me crea más espacios. Puedo tocar más el balón, relacionarme más con mis compañeras. Me deja más libertad”, apuntó.

La futbolista española más talentosa se siente más útil de ese modo y, habitualmente, la alegría de su juego coincide con el disfrute de los demás. “Tuve la sensación de estar disfrutando, que es lo que quiero cuando juego al fútbol. A pesar de la derrota, el equipo jugó muy bien y yo pude disfrutar. La sensación de haber dado todo me tranquiliza”, apostilló Hermoso.

Ella puso la luz, el toque y la pausa; tres elementos que extrañó la escuadra alemana dada la ausencia de su estrella, Dzsenifer Marozsan. La centrocampista alemana, nacida en Hungría, esquivó el embate sin pretenderlo al romperse un dedo del pie derecho.

Como no hubo pulso en Valenciennes entre dos jugonas, Jenni Hermoso atrajo todos los aplausos y los elogios.

Australia puede con Brasil

Sorpresa. Australia logró ayer su primera victoria en el Mundial por 3-2 ante Brasil, que se hundió tras el descanso después de la retirada del campo de Marta y sufrió su primer revés en el torneo. Brasil, que en el primer partido ganó a Jamaica y que afrontó el choque como líder del Grupo C, tuvo una ventaja de dos goles que no supo conservar. El panorama parecía despejado para el conjunto brasileño, que encarriló el partido a la media hora con un penalti transformado por Marta y con un gol de Cristiane poco después. Sin embargo, Australia, que en su primer partido cayó con Italia, remontó. - Efe