El subinspector de Policía Alfredo Perdiguero puso ayer un mensaje en Twitter asegurando que los jugadores del Helvetia Anaitasuna habían gritado “¡Gora ETA!” antes de empezar un partido, y no lo que gritan siempre, que es “¡Gora Anaita!”. Repetimos, para que se entienda mejor: una plantilla en la que hay un sueco, un serbio, dos argentinos, un asturiano, un balear, un caboverdiano, un danés y un brasileño va por ahí gritando “¡Gora ETA!”, suponemos que por imposición de los jugadores locales, que obviamente, por ser de aquí, son todos filoetarras... Que Twitter va a reventar un día porque no cabe un tonto más es algo que se ve venir desde hace mucho tiempo, pero lo de Perdiguero va más allá, porque acusar falsamente de enaltecimiento del terrorismo es una calumnia, es decir, un delito. Solo queda confiar en que el club le meta un buen paquete, para que se lo piense bien antes de volver a difamar con tanta irresponsabilidad.