donostia - Si la temporada pasada una de las cuestiones que más seducían a la afición txuri-urdin era comprobar los réditos que podía obtener el equipo de la pareja que iban a formar Asier Illarramendi y Mikel Merino, en esta, uno de los focos que más expectación está generando es el rendimiento que llevan camino de ofrecer las bandas ocupadas por Portu y Mikel Oyarzabal.

Como confirmaron en el amistoso que enfrentó a la Real contra Osasuna en Gal, cuando actuaron como los delanteros del ensayo de Imanol con un 4-4-2, los dos extremos se entienden de maravilla y además de su indiscutible calidad, cuentan como denominador común con el gen de la competitividad y el gol. No es solo cómo atacan, sino lo mucho que defienden, misión para la que desplieguen el mismo sacrificio físico. No escatiman ningún gramo de energía, motivo por el que sin duda se felicitaba Imanol cuando consiguió que el murciano aceptara la oferta después de una llamada suya al final del curso pasado.

Desgraciadamente, en el momento que estaban llamados a flanquear a Willian José, en un estreno que sin duda iba a ser especial para un Portu que se formó en la cantera de Paterna, una pequeña rotura de fibras le dejó ko cuando iba a salir de inicio casi con total seguridad. El extremo se recuperó casi en tiempo récord y solo una semana después, disputó los últimos 28 minutos en Mallorca en un duelo en el que acabó siendo clave por dar correr de maravilla una contra y culminarla con una asistencia que aprovechó Odegaard para sellar el 0-1.

Cuando la gran mayoría pensaba que había llegado la hora de la Real de los colmillos retorcidos en el derbi, Imanol sorprendió repitiendo con un Januzaj que volvió a fracasar. Entró en el campo en el minuto 35 de la primera parte en sustitución del lesionado Illarra con el duelo demasiado decantado ya con el 2-0 y no logró acaparar protagonismo.

Su momento llegó en el duelo ante el Atlético, en el estreno del nuevo Anoeta, y la realidad es que no decepcionaron. De Oyarzabal poco más se puede decir al ser una vez más el realista que generó más peligro produjo, además de ser clave en la acción del primer tanto con una maniobra extraordinaria en la medular. El caso es que la presencia y la insistencia de Portu en la derecha, quien en opinión de especialistas fue la clave del triunfo, provocó que el ataque txuri-urdin acabara por desarbolar durante muchos minutos al considerado como el mejor entramado defensivo de la Liga.

Oyarzabal y Portu. Portu y Oyarzabal. Pónganlo en el orden que más les guste. El 10 reconoció en estas páginas que hay feeling: “A Portu les conoces más de haberle visto. Aparte de trabajar los conceptos que Imanol quiere, los entrenamientos son para coger sensaciones entre la gente nueva e ir conociéndonos. Cada día que pasa puedes ver algo diferente y tanto con Portu como con Martin o Alex he tenido buena relación en lo que es en feeling y sensaciones. Ojalá podamos hacer buenas cosas este año”.

Portu no escatimó elogios para el canterano: “Es un grandísimo jugador. Tiene un futuro espectacular, una calidad increíble y un carácter fuerte dentro del campo. Nos llevamos bien también por eso. Me gusta jugar con él, porque es un jugador que te lucha, te corre y tiene gran calidad para meterte cualquier balón. Estamos con ilusión y cuando cojamos un poco más de confianza, cuando los partidos sigan avanzando y sigamos cosechando victorias, vamos a dar más ilusión todavía a la gente”.

La realidad es que la Real se hace un lifting con la presencia de dos puñales en sus bandas. Aparte de dejar de ser bastante previsible, como pecó la campaña pasada, su talento y la facilidad para desbordar prometen emociones fuertes. Ahora solo falta que, con el habitual 4-3-3 que suele utilizar Imanol, los dos delanteros centros (Willian e Isak) comiencen a sacar partido de una de las sociedad más ilusionantes que se recuerda en la Real. Lo tienen todo.