ceuta - Ceuta vive una semana futbolística especial por la visita de un equipo de Primera División, la Real Sociedad, y en esta ocasión con el centrocampista navarro Mikel Merino, que tiene una vinculación con esta localidad, donde jugó su padre y él mismo cuando tenía 6 años.

El fútbol ha vuelto a unir muchos años después a uno de los jugadores de la Real Sociedad con una ciudad que le vio dar algunos de sus primeros pasos en el mundo futbolístico.

Fue en la temporada 2002-03 cuando la AD Ceuta, que militaba en el grupo IV de la Segunda División B, fichó al padre de Mikel, Miguel Merino, que llegó al club para poner prácticamente fin a su larga carrera que comenzó en 1987.

Miguel Merino, natural de Madrid, militó en el Leganés, Osasuna, el Celta, Las Palmas y regresó al Leganés, desde donde recibió la llamada de un Ceuta que pretendía formar un equipo en Segunda B para ascender de categoría. El futbolista aceptó el ofrecimiento del club ceutí y llegó a la ciudad en el verano del 2002 acompañado por su hijo, Mikel Merino, que por aquel entonces tenía 6 años y que fue escolarizado en el colegio público Lope de Vega.

Mikel Merino, ahora con 23 años, entró en el Natación Ceuta, uno de los clubes más destacados de la ciudad en la formación de jugadores y participó en el equipo de prebenjamines, que se proclamó campeón de la liga local de esa categoría en ese ejercicio.

Estuvo un año en la ciudad, el tiempo que permaneció su padre.

Ahora, 17 años después, volverá a jugar en Ceuta, en este caso en el estadio Alfonso Murube, que hace nueve años que no recibía a un equipo de Primera División, siendo el último el Barcelona, que también visitó la ciudad en un partido de Copa del Rey, al igual que este domingo hará la Real Sociedad.

Mikel Merino, en declaraciones al diario El Pueblo de Ceuta, ha manifestado que ha hablado con su padre y que le “ha contado un poco cómo es el estadio y qué tipo de ambiente se vive”.

“Recuerdo pocas cosas, la verdad, era muy pequeño. Sí recuerdo flashes, como cuando mi padre me subía a los entrenamientos a tocar un poco el balón y también antes de los partidos. Puedo decir que ya he pisado el Alfonso Murube, aunque lo recuerdo de hierba natural y ahora es de césped artificial”, relató el centrocampista pamplonés.

El fútbol, por tanto, volverá a unir a Mikel Merino con una ciudad donde, si no llega a ser por la Copa del Rey, sería poco probable que hubiese vuelto a jugar. - Efe