El Levante jugó limpio con Osasuna Magna en el partido de Liga de la máxima categoría del fútbol sala estatal que ambos equipos disputaron este pasado miércoles en Paterna (Valencia). En un choque tremendamente igualado y que terminó con triunfo local (7-5), se produjo una acción más que curiosa, que desató primero la polémica y se resolvió a continuación con un elogiable acto de deportividad. Sucedió que, en el minuto 7 del encuentro y con empate en el marcador (1-1), Gallo puso por delante al Levante (2-1) al anotar un gol con el portero del conjunto navarro, Mario Almagro, doliéndose de un fuerte golpe tras chocar con Cecilio, jugador del cuadro local. El equipo de Imanol Arregui se quejó amargamente y, después de unos breves instantes de tensión, el Levante permitió a Bynho anotar a puerta vacía en la siguiente acción, lo que sirvió para restaurar la igualdad en el electrónico (2-2). Pura buena voluntad. Puro fair play.

"Me fui contento por el gesto, que hace grande al fútbol sala, pero dolorido por el golpe y la derrota", relató ayer el guardameta de Osasuna Magna, Mario Almagro (Madrid, 3/1/1999), uno de los protagonistas de la jugada. "Fue un balón dividido a por el que me lancé y un jugador del Levante me dio con el codo o la cadera en la boca del estómago. No podía respirar y por eso me quedé en el suelo. Por lo visto, la acción continuó y me imaginé que habían marcado gol porque escuché la celebración en la grada", recordó el joven guardameta madrileño. "Fue una acción fortuita que pienso que es falta, pero los árbitros me dijeron que no habían visto nada y Gallo, que fue quien metió el gol, me pidió disculpas. Después el Levante permitió que Bynho marcara a puerta a vacía en señal de fair play. Fue un gesto muy bonito", resumió el portero del conjunto navarro.

"Me costó dormir" Pese al percance, Mario Almagro pudo completar el encuentro, aunque reconoció que "por la noche me costó dormir y hoy (por ayer) todavía me duele, pero para el próximo partido estaré a disposición del entrenador". La expedición navarra no regresó ayer a Pamplona desde Valencia, sino que se desplazó en autobús a Valdepeñas (Ciudad Real), donde el sábado visita al tercer clasificado, un rival "complicado porque lleva bastante tiempo sin perder en casa", dice Mario, con pocas oportunidades en su primera temporada en Osasuna Magna, pero "con ganas de aprovechar" las que le den.