l a regla 7, en su apartado 3, trata de la recuperación del tiempo perdido, la palabra descuento no se encuentra en esta regla ni en ninguna otra de las 17 que componen las Reglas de Juego, por alguna extraña razón ese término ha hecho fortuna entre comentaristas y aficionados sin que guarde ninguna relación con la realidad porque descontar, lo que se dice descontar, en un partido no se descuenta nada, el término correcto sería tiempo adicional y debe distinguirse del tiempo suplementario que hace referencia a la prorroga. Este tiempo adicional se añade a cada periodo para recuperar el tiempo perdido en: sustituciones, atención a jugadores lesionados, pérdidas deliberadas de tiempo, sanciones disciplinarias, pausas de rehidratación o refresco, revisiones del VAR u otros motivos que signifiquen retrasos significativos como celebración de goles. No deben recuperase las interrupciones normales del juego como las que se producen para realizar los distintos saques. Lo habitual es que un partido no se alcancen los 60 minutos de juego real. Un estudio de la propia FIFA arrojaba unos curiosos promedios según los cuales el juego estaba detenido 2 minutos y 57 segundos para realizar sustituciones, 8 minutos y 51 segundos para lanzar tiros libres, 7 minutos y 2 segundos para efectuar saques de banda, 5 minutos y 45 segundos para saques de meta y 3 minutos y 57 segundos para saques de esquina. A pesar de todo el fútbol es un juego bastante dinámico; por hacer una comparación, en el fútbol americano el balón suele estar en juego unos 12 minutos cada hora. Decidir el tiempo que se añade es responsabilidad del árbitro y es necesariamente inexacto. Han existido indicaciones puntuales como las de valorar 30 segundos por cada sustitución o un minuto por la atención a lesionados pero no pueden pasar de ser recomendaciones orientativas porque vemos cambios lentos y rápidos o atenciones a jugadores lesionados de muy diferente duración. Siempre que nos referimos a este tema surge la idea de disputar los partidos con detención de reloj como en algunos otros deportes, habría necesariamente que fijar el tiempo en dos partes de 25 o 30 minutos, la experiencia sería posible aunque rompería con esa esencia tan británica de nuestro juego.

El autor es Vocal de Formación del Comité Navarro de Árbitros de Fútbol