- La Sección Segunda de la Audiencia navarra pasará a la jurisprudencia por ser la primera en condenar a unos directivos del fútbol español y a unos jugadores por el delito de corrupción deportiva, es decir, por amañar partidos. El fallo, conocido ayer, se recurrirá ante el Supremo y concede a Osasuna la posibilidad de recuperar casi 3 millones de euros distraídos. Las juezas incluso consideran delito las primas a terceros y, así, anudan en un mismo pack el pago de 400.000 euros al Betis por ganar al Valladolid y otro de 250.000 para que los verdiblancos se dejaran vencer en Pamplona. Las juezas no entran en disquisiciones del tipo ¿cómo es posible que dos jugadores lesionados como Amaya y Xavi Torres fueran capaces de pactar en nombre de toda su plantilla? Tampoco aclaran quién conocía el acuerdo, quién se repartió el dinero o quién lo materializó en el césped. Las magistradas advierten de que el delito de corrupción se comete con la mera reunión para llegar a un pacto de este tipo. Y Amaya y Torres resultan ser los primeros futbolistas españoles condenados por amaños, porque se considera además que se reunieron con Vizcay y Peralta, que recibieron el efectivo en el garaje de Sevilla y que llamaron a menudo a los exresponsables de Osasuna para recordarles que el pacto era por un millón de euros y que lo habían incumplido. Pero la envergadura de las condenas no la alimenta los amaños, sino el paradero desconocido de los 2,3 millones que salieron del club en el mandato de Archanco y la elaboración de dos documentos (un recibo a unos inmobiliarios catalanes amigos de Peralta por 900.000 euros y el contrato y facturas de Flefield por 1,4 millones) que se crearon exprofeso para ocultar dichas salidas. En esto, Vizcay --al que el tribunal le imputa además el conocimiento exclusivo de un préstamo de 600.000 euros del cuñado de Purroy, que no pasó ni por la contabilidad del club- se lleva la palma. Al confesor se le impone la pena más severa. 8 años y 8 meses de cárcel. Entre multas e indemnizaciones tiene que abonar casi 1,5 millones. Archanco, Pascual y Peralta son condenados a más de 6 años de prisión y Sancho Bandrés a 5,5 años por no participar en la corrupción deportiva. Estos cuatro últimos, además de Vizcay, son condenados o por bien extraer dinero o bien por consentir su extracción para dedicarlo a fines ilícitos. También se condena a los dos inmobiliarios (Valencia y Nolla) por firmar un recibo falso a sabiendas. El exdirector de la Fundación, Diego Maquirriain, es absuelto porque dicen las juezas que no sabía nada del fin de los 400.000 euros que llevó a Sevilla.