n apenas cinco minutos de vista, con una cocción previa intensa por parte de sus representantes legales para fabricar una conformidad favorable, ocho exdirectivos de Osasuna y el propio club rojillo ocho exdirectivos de Osasuna acordaron el pasado lunes condenas con la Fiscalía y la Hacienda Foral de entre 16 y 28 meses de prisión.

Con el pacto alcanzado evitarán entrar en la cárcel para cumplir dichas penas. Sin embargo, el club sale bien damnificado de una causa que pintaba horrible desde el comienzo para los intereses de la entidad. Ahora, entre la indemnización ya depositada de 6,8 millones de euros, y la multa que queda por consignarse -si no es aplazada a varios años-, de 1,4 millones,

Osasuna termina el procedimiento abonando 8,2 millones. Es el resultado de haber defraudado el IVA de los ingresos por las taquillas, palcos y boxes entre 2010 y 2013 y no declarar tampoco el IRPF de la mayoría de sus empleados. Ambas tributaciones, pese a tratarse de conductas delictivas y agravadas por los generosos ingresos que genera un club de fútbol, parece ser que pasaron por alto al fisco hasta que en 2013 la consejera de UPN, Lourdes Goicoechea, puso a Archanco contra la espada y la pared y le dijo que ya no iba a tolerar ni un aplazamiento de los que se disfrutaban a menudo.

La consejera estaba citada como testigo para este juicio ahora pactado y habría sido interesante escuchar sus declaraciones, habida cuenta de la carencia histórica de argumentos que la Hacienda navarra, en tiempos de gobiernos regionalistas de Sanz y Barcina, ha mantenido sobre su dejadez hacia la fiscalidad de la entidad rojilla.

A modo de cuadro, Pachi Izco, en una de sus declaraciones ante el juez instructor de los amaños en 2015, cuando fue detenido, soltó lo que era su verborrea habitual, y pintó una escena que seguro que a pocos aficionados les resulta extraña. Aquello venía a cuenta de un expediente que Hacienda le había abierto al club por los movimientos realizados con billetes de 500 euros hasta sumar una cantidad de 300.000 euros en el final de la temporada 2008-09, cuando en las dos últimas jornadas de Liga el equipo se salvó tras vencer a Barcelona y Real Madrid. Para saber algo de esas extracciones, el fisco se dirigió al entonces gerente Ángel Vizcay, que era quien sacaba el dinero, pero quien terminó despachando el asunto fue el presidente Izco. Este explicó al juez que a raíz de aquel expediente había hablado con un consejero del Gobierno foral y "Hacienda miró para otro lado". Asunto archivado.

A la vista de los hechos, y de la causa judicial que luego sobrevino, ese comportamiento de aquella Hacienda con Osasuna era moneda de uso común. Gracias a los cortes de audio que conserva el periodista Javier Saralegui, de Onda Cero, la reconstrucción de la asamblea extraordinaria de socios que tuvo la directiva de Miguel Archanco el 30 de septiembre de 2013 es una descripción fidedigna de los avatares tributarios de Osasuna. En aquella cita, de lo más tensa, Archanco tuvo que enfrentarse a los socios más críticos y reconocer que no tenía ni idea de que al llegar al sillón presidencial había una deuda oculta de 11 millones de euros desde Izco. Las explicaciones ofrecidas a semejante sismo no dejan ahora indiferente a nadie, pero también cuestionan un modo de proceder habitual en el club, con el beneplácito de Hacienda. El gerente Ángel Vizcay detalló en aquella asamblea lo siguiente: "Si se pagaba eso de Hacienda, no se podían hacer otros pagos, como por ejemplo fichar jugadores. Hay futbolistas que han venido con fichas altas que no hubieran venido en ese momento porque habría que pagar a Hacienda. Con Hacienda siempre se estaba en contacto, y se nos decía que no nos preocupásemos, que se llegaría a un acuerdo a base de patrocinios y tal. Se daba prioridad al pago de las fichas, bancos y proveedores, antes que a Hacienda", desglosó Vizcay, al que luego Archanco acusó durante la causa judicial de ser precisamente el freno para pagar las cantidades que él quería regularizar.

Archanco también tuvo palabras en esa asamblea de 2013 que sitúan en el escenario que habitaban. "No tengo otra explicación, no lo dudéis, pero estoy satisfecho porque hoy el socio de Osasuna sabe cuál es la deuda de Osasuna con los bancos y con Hacienda. A Hacienda se le ha pagado y se le seguirá pagando". Y prosiguió: "Nunca participé en una reunión con Hacienda. Las reuniones las tenía el presidente (Izco) y el director general (José Gómez). No eran mis funciones. Conocer esta cantidad ha sido un mazazo. No tenía conocimiento de que no se estaba contabilizando la deuda con Hacienda", manifestó.

Otro de los directivos de aquellos días, y ahora condenado, José Manuel Purroy, dejó también otra intervención para el recuerdo cuando los socios estaban voz en grito: "Había una deuda con Hacienda de x dinero, por el retraso, los recargos e intereses, una deuda que por un descuido... (le interrumpió el público). En el club lo queremos todo: cuentas perfectas, estar en Primera, un equipo maravilloso, pagar a todo el mundo, no gastar dinero y cada año bajar las entradas. Parece bien fácil, si es así os ponéis donde estamos y no hay problema", invitó.

"Hacienda nos decía que no nos preocupásemos, que ya llegaríamos a un acuerdo y tal"

Exgerente de Osasuna

"Había una deuda x por retrasos, recargos e intereses, una deuda por un descuido"

Exdirectivo con Izco y con Archanco

"No tenía conocimiento de que no se estaba contabilizando bien la deuda con Hacienda"

Expresidente de Osasuna

"Con Osasuna hubo colaboración y disposición para que pudiese competir"

Expresidente del Gobierno de Navarra

"Hacienda miró para otro lado"

Le manifestó al juez Otamendi que medió con un consejero del Gobierno para que se archivara un expediente abierto en 2008 por sacar 300.000 € en metálico