El fútbol navarro llora la muerte de Pedro Jesús Barandalla Sanz, mítico técnico en ejercicio durante cuatro décadas que en febrero de 2020 recibió la insignia de oro del comité de entrenadores junto a Jagoba Arrasate y Pedro Mari Zabalza.

Casado y con cuatro hijos, y residente en Barañáin, Barandalla (Arguedas, 22 de febrero de 1948) ha fallecido a consecuencia de la covid tras agravarse precipitadamente su precario estado de salud una vez ingresado. Fontanero de profesión, un infarto le prejubiló de su actividad laboral y también le apartó de los campos de fútbol. Barandalla siempre sostuvo que se retiró "por obligación, no por devoción".

Además del Castillo, cuyo banquillo fue el último que regentó, Barandalla entrenó a los equipos Iruña-gaztea, Izar-bide, Erri-Berri, Pamplona, Iruña juvenil, Iruña regional, Txantrea, Egüés, Alfaro, Beti-Onak, Azkoyen, Aoiz, River-Ebro, Baztan, Larrate y Muskaria juvenil. También hizo labores de ojeador-informador para Osasuna.

El fútbol navarro pierde así a uno de sus clásicos, un entrenador de temperamento caracterizado por su bonhomía. DEP.