El debut de Inglaterra en la Eurocopa supone la reedición de la semifinal del Mundial de Rusia que alzó a Luka Modric como el mejor jugador del torneo e infligió a la generación inglesa una derrota histórica que vengar. Los 63 minutos que pasaron entre el tanto de falta de Kieran Trippier y el empate de Ivan Perisic, en los que Inglaterra se vio en una final 50 años después, es la sensación que los Mason Mount y Phil Foden vieron desde casa y que tratarán de emular y mejorar en este torneo. Aunque solo hayan pasado tres años, la diferencia entre Inglaterra y Croacia se ha acrecentado. Los croatas han bajado su nivel al tiempo que su equipo se ha envejecido. Porque esa es la clave del encuentro. Un equipo que ha rejuvenecido y que está desarrollando su talento, como es el inglés, y otro que apura la calidad de una de las mejores generaciones de su historia.