El pasado 15 de enero un golpe en el menisco derivó en una lesión de ligamento cruzado que le dejó a Pablo Laspalas sin la fase de ascenso a Tercera. Nadie se podía imaginar que una semana después Álvaro Gómez y Javier Lázaro sufrirían la misma lesión. En ese momento, los tres pasaron a ser los primeros hinchas del equipo, y este domingo,a pesar de las muletas, no iban a ser menos protagonistas de la celebración del ascenso a Tercera RFEF cuatro temporadas después.

“No dormí nada la noche anterior, como si fuera a jugarlo. Lo vi tranquilo y confiado. Vi al equipo bien y serio. Todo lo contrario que el día ante el Lerinés en el que estuvimos nerviosos”, reconoce Laspalas, tercer capitán del equipo, que la temporada que viene contará con su tercera participación en la categoría.

“Con 17 años me subieron los últimos seis partidos del año que nos clasificamos para la fase de ascenso y jugué todo. Ese año fue brutal, porque pude ayudar al equipo. Y al año siguiente bajamos”, rememora.

No poder ayudar al equipo “es mucho trabajo mental”, dice un Laspalas que quiere acordarse de “Julen Imás y Leticia Arbizu”, preparador físico y fisioterapeuta. “También ha sido un palo para ellos, porque se han lesionado tres jugadores de gravedad del mismo equipo y la gente pone en duda muchas cosas que no son así. Mi lesión fue fortuita, viene de un golpe y el cruzado es una derivación del menisco. Y Javi venía de una lesión de rodilla y la de Álvaro también fue fortuita”, finaliza.

Por su parte, Álvaro Gómez valora una temporada “muy regular salvo el inicio de liga. Teníamos un equipo nuevo y joven y hemos conseguido crear un grupo muy unido. Hemos estado arriba durante toda la temporada y no era fácil porque había dos fases. Cada partido ha sido una final y conseguir los puntos no ha sido fácil en algunos campos”.

El destino quiso que el Gares ascendiera a Tercera RFEF en la final del play off de ascenso la temporada pasada que se tuvo que decidir desde el punto de penalti. Hasta ahí todo normal, salvo porque la portería de los de Puente la Reina la defendía un jugador que era propiedad de Oberena, con quien “tenía todo hablado para volver”, según Laspalas. Él era Javi Lázaro, que define un curso “difícil y diferente. Orgulloso del equipo, que ha peleado hasta el final y después de cuatro años tenemos ese ansiado ascenso. Destacar la palabra equipo, que es lo que nos ha llevado a estar ahí. Nosotros lo hemos vivido desde la grada como hemos podido, dejándonos también la garganta”.