César Sánchez abandona el Valle de Egüés en busca de nuevos retos. El técnico, artífice de la casificación para una fase de ascenso a Segunda RFEF diez años después, considera que ha cumplido un ciclo después de tres campañas al frente del banquillo de Sarriguren.

El preparador reconoce que se encuentra "satisfecho por los tres años. Las decisiones de seguir o no seguir no reflejan lo último, lo más reciente, sino una globalidad de los tres años. Creo que llegamos a un club en el que se podían hacer cosas, cambiamos cosas y el primer año, que se cortó por la pandemia, el equipo cambió de cara; el segundo fue un año extraordinario en todos los sentidos, sacamos lo máximo de los jugadores y este año, quizás con unas expectativas más altas por ver de dónde veníamos y por el jugador que venía, empezamos muy mal y eso nos ha lastrado durante todo el año. Pero al menos hemos sabido reconducir la situación y acabar bien".

Sánchez apunta que la decisión fue tomada "durante la temporada, porque era una decisión meditada. Al final vas viendo que el día a día se te hace cuesta arriba, el discurso no llega como antes... todo afecta. Creo que lo tenía claro. Los entrenadores en líneas generales tenemos un tiempo. Son sensaciones. Está claro que esta temporada ha habido momentos que te reafirman más en la decisión. Pero el final ha sido diferente y en ese momento puedes animarte a seguir un año más. Creo que se ha hecho labor y es momento de salir".

El entrenador valora su paso por Sarriguren "con nota. Han sido tres años en general buenos, a pesar de que este año nos ha costado algo más. Pero el nivel ha sido alto, nadie nos daba como candidatos a meternos en un play off de Segunda RFEF cuando el club no lo había hecho en diez años".

Aun así, Sánchez tiene espacio para la autocrítica. "En la medida de lo que a mí me corresponde, sabiendo que la temporada mala, y que hay momentos que te pesan y en los que no eres el mejor míster, también te afecta. En ese sentido tienes que sobreponerte, tocar fondo y salir hacia arriba. Eres el que maneja el barco y se te queda buen sabor de boca sabiendo que has sabido reconducir la situación", comenta.

Por último, el entrenador no oculta sus ganas de "afrontar proyectos. Estoy tranquilo porque me voy porque creo que el ciclo se ha terminado, no porque tenga algo, porque no tengo nada. Es momento de afrontar nuevos proyectos y estoy con muchas ganas".