Si Turquía podrá luchar el próximo sábado en Berlín por clasificarse para las segundas semifinales de su historia en la Eurocopa, gran parte del mérito se debe a quien protege su portería: Mert Günok, quien protagonizó la parada del campeonato para eliminar a Austria, que ya se veía forzando la prórroga tras el cabezazo de Christoph Baumgartner en el minuto 95.

Pero la historia del actual arquero del Besiktas va mucho más allá: es la lucha constante por hacerse con la meta de sus equipos que, por fin, se ve coronada, a los 35 años, con un momento de reconocimiento y brillantez internacional y que permite a su selección seguir soñando a lo grande en el máximo torneo europeo.

Hijo de portero, su padre Mahir Günok llegó a jugar varias temporadas en la primera división turca-, Günok aterrizó a los doce años en la cantera del Fenerbahçe, uno de los más relevantes clubes del país otomano, y tras progresar en todas las categorías inferiores de los ‘SarÄ Kanaryala’, firmó su primer contrato profesional en 2009, cuando ascendió al primer equipo, eso sí, como tercera opción en la portería.

Su debut, no obstante, se demoraría un año más: el 18 de enero de 2010, en la Copa Turca con una derrota por 4-3 ante el Antalyaspor, que también supuso su estreno, el 15 de agosto de ese año, en la Liga turca, cuando el portero titular, Volkan Demirel, se lesionó al inicio del segundo tiempo, obligando al joven Günok, a sus 20 años, a cubrir la portería. El meta consiguió mantener su marco imbatido y contribuyó a la victoria por 4-0 de su equipo.

Ante la lesión del su compañero Demirel, Günok mantuvo el puesto en los siguientes dos encuentros, contra el Trabzonspor y el Manisaspor. Pese al esperanzador estreno, comenzó un duro peregrinar por el que siempre quedó relegado a la suplencia del conjunto en el que se formó. Apenas 51 partidos, solo 25 de ellos en Liga, fue su bagaje en los cinco años posteriores.

La indiscutible figura de Demirel le cerró las puertas para ocupar una plaza en el once, teniendo que conformarse con las eliminatorias de la copa turca y algún esporádico, y normalmente con escasa trascendencia, partido de liga.

No obstante, a pesar de la escasez de oportunidades con su club, Günok recibió la llamada de Turquía. Aprovechando que la selección otomana había quedado fuera de la Eurocopa de Polonia y Ucrania de 2012, el técnico Abdullah AvcÄ reclutó al cancerbero del ‘Fener’ para una serie de amistosos con la intención de probar a los jóvenes valores del fútbol nacional. Su debut con el combinado de ‘la luna y la estrella’ se produjo en un amistoso frente a Georgia disputado en Austria el 24 de mayo.

Con esa tesitura, y tras no renovar contrato con el Fenerbahçe, en 2015 Günok firmó por el entonces emergente Bursaspor. Cumplió dos temporadas decepcionantes. Günok decidió otra vez probar fortuna en otro equipo. Tras rescindir contrato con el Bursaspor, se enroló en las filas del Ästanbul Bayakyehir. Abdullah AvcÄ, el mismo técnico que le había hecho debutar en la selección otomana, confió en él por darle la titularidad en la segunda temporada. Y el cancerbero respondió. Las formidables actuaciones bajo palos del arquero propiciaron su retorno a al combinado nacional, tras cuatro años sin recibir la llamada. Contribuyó de forma decisiva a la clasificación para la Eurocopa de 2020. Finalmente, firmó por el Besiktas donde se tuvo que ganar otra vez la titularidad durante estos últimos años. Su primer curso se limitó a cuatro partidos de liga. En el segundo, subió a 23. Y, en el tercero y último, a 30, estableciéndose como fijo y propulsándose hacia una Eurocopa con Turquía en la que acaba de hacer la parada de su carrera. Se ha tenido que hacerse en el once, pero finalmente ha tenido premio.