Mikel Merino se erigió en héroe de la selección española con un gol decisivo en la prórroga para avanzar a semifinales. El navarro afirmó tras el encuentro que “estoy muerto, la verdad. La adrenalina me está pasando factura ahora. Ha sido un momento único. Se resume en un gol en el minuto 119, pero hay mucho trabajo detrás, colectivo e individual”. Además, quiso recalcar el trabajo de sus compañeros: “Sobre todo es una alegría inmensa por todos mis compañeros, que, después de todo el trabajo que estaban haciendo durante todo el partido, que nos empaten en el 90 prácticamente... Era un varapalo. Pero bueno, es un premio a la constancia, al trabajo y creo que nos lo merecemos”. Por otra parte, el jugador de la Real Sociedad admitió que “era el partido que esperábamos todos”. “Es un partido entre, posiblemente, dos de las mejores selecciones del mundo. Esto podía haber sido una final del Mundial o una final de Eurocopa fácilmente, y se ha demostrado”, dijo.
El choque ante Alemania se podría haber dado en una final de Eurocopa, y así lo explicó el centrocamista navarro: “Dos plantillas de una calidad inmensa, cada jugador que salía lo hacía bien. Los que han salido de inicio han estado muy bien. Y así son los partidos de élite, un toma y daca. Al final se ha demostrado que sabemos sufrir, que tenemos un equipazo y hemos ganado”. Por último, se acordó del gol que marcó su padre con Osasuna en el estadio del Stuttgart hace casi 33 años: “Desde luego que algo tiene este estadio, que nos da suerte. Debuté aquí con la selección y gol ahora”, confesó. “Mi padre también metió en la UEFA aquí. O sea que un estadio especial para nosotros y lo recordaremos siempre”, finalizó.
Dani Olmo, prácticamente titular al entrar en el minuto 4 por el lesionado Pedri, fue uno de los peligros de España durante todo el partido. “Estamos reventados, pero es un orgullo. Qué equipazo tenemos, cómo hemos luchado hasta el final. Es una alegría lo que hemos conseguido”, dijo. “El grupo es lo más importante. Esperemos que lo de Pedri sea solo un golpe, porque es importantísimo. Esta victoria es para él”, añadió. El catalán confesó que “en las últimas jugadas, cuando el cuerpo no puede, vas con el corazón. Se me han subido los dos gemelos, he intentado hacer un último esfuerzo. Me la he jugado todo por el equipo”. Y por último, no pensó en el futuro y quiso dejar un mensaje para la afición: “Vamos a disfrutar, a celebrar, con tranquilidad y calma que en cuatro días tenemos las semifinales”.