DONOSTIa. Ezquerro, natural de Zizur Mayor, se desvaneció mientras cruzaba el puente del Kursaal tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. Según relató Enrique Cifuentes, el presidente del Club Deportivo Fortuna, apenas pasaron unos quince segundos desde que la atleta se desplomó, en torno a las 14.00 horas, hasta que fue atendida, e inmediatamente fue trasladada al hospital de campaña situado en la calle Peña y Goñi del barrio donostiarra de Gros.

Desde el primer momento, la joven navarra fue atendida por una médica intensivista y enfermeras expertas, y pronto acudieron en su ayuda otros dos médicos, habituados a trabajar en urgencias, que trataron de reanimarla durante aproximadamente media hora. Ezquerro, sin embargo, ya había fallecido de manera fulminante en este tiempo.

La navarra había salido a las 10.50 horas y cubrió los primeros cinco kilómetros en 28 minutos y 22 segundos. Tardó un total de 59:05 en llegar a la mitad del recorrido, y pasó por el kilómetros 15 tras cerca de hora y media de carrera (1h.30:08).

Arantza Ezquerro es la tercera atleta que fallece realizando la Behobia desde 2002. Ese mismo año el hondarribiarra Asier Torrente, de 23 años, murió debido a un golpe de calor, y en 2010 el vizcaíno César Elorduy, corredor habitual, se desvaneció tras sufrir una parada cardiorrespiratoria.

Elorduy falleció casi en el mismo punto. Tal y como explicó Cifuentes: "Hace años que aprendimos que el peligro está en ese último kilómetro y tenemos concentrados tres hospitales de campaña en las calles Garibay, Peña y Goñi y en la avenida de Navarra. Ninguno te garantiza que no pase algo así, porque hay cosas que no se pueden arreglar. Volverá a pesar algún año más", relata.

deportista habitual Enrique Cifuentes considera que la muerte de Ezquerro "no es normal". La joven navarra, que había estudiado ingeniería en Tecnun, corría de manera habitual, y recientemente había participado en una prueba en París. Para competir en una carrera atlética en Francia es necesario superar una revisión médica, por lo que, en teoría, la joven atleta navarra gozaba de buena salud.

Cifuentes explicó que "cuando pasa una cosa así suele surgir la petición de exigir un certificado médico. Nosotros siempre decimos que la garantía de que no te vas a morir no te la puede dar nadie. Lo único que puedes hacer es insistir al atleta en que se examine, que se cuide, y que se haga pruebas de esfuerzo. Y cada vez hay más gente que se las hace".

Ezquerro había acudido a la prueba junto a su novio, un pamplonés afincado en Donostia. Ambos, sin embargo, corrían separados porque tenían ritmos distintos durante el ejercicio.

Al no localizar a Arantza en la meta, el joven acudió al puesto de información de la Plaza de Gipuzkoa. "Según llegó la Er-tzaintza ya se empezó a temer que algo pasaba. Yo he ido con dos er-tzainas y con él hasta Gros" para identificar a la fallecida. "Me imagino que el trayecto se le habrá hecho eterno. Cuando se lo han dicho ha sido terrible".

El presidente del club organizador de la prueba se mostró muy afectado por el fallecimiento de Ezquerro: "Estadísticamente sabes que puede ocurrir, pero la última vez que pasó algo así fue en 2010 y todavía está muy reciente. Lo que tenía que terminar como una fiesta te deja doblado. Ha sido un palo. Para muchos miles de personas ha sido una fiesta, pero..."

El Club Deportivo Fortuna emitió un comunicado ayer para "transmitir nuestro más sincero pésame a la familia y amigos de la corredora".