Ciudad Real/Tudela - Resulta complicado reponerse mentalmente de un desafortunado gol en propia meta cuando apenas te ha dado tiempo a entrar en calor. Más complejo todavía se antoja levantarse del suelo instantes después, cuando ni siquiera se han llegado a jugar cuatro minutos de partido, y tu rival ya vence 0-2. Imagínense recuperarse de un tercer gancho al mentón, el 0-3, con tres cuartos de encuentro por disputarse aún. Añádanle que esta tesitura se vive en toda una semifinal de la Copa del Rey. Pues ni con semejantes tintes catastróficos ante sus ojos se rindió ayer el Aspil-Vidal en el Quijote Arena, donde cayó derrotado con claridad frente a Jaén Paraíso Interior (3-8), pero volvió a adueñarse sobre el 40x20 de ese cántico que su afición le dedica cuando vienen mal dadas. Ese clásico La Ribera nunca se rinde.

La imagen de los pupilos de Pato insistiendo con portero-jugador en los minutos finales del choque, cuando la posibilidad de remontar era ya pasto de la más estridente utopía, fue el mejor portfolio que el cuadro naranja podía mostrar a los ojos de los aficionados al futsal, un auténtico homenaje a la competitividad y a los valores deportivos más nobles. El grito de un equipo atrevido, joven y sin complejos que, pese a la dureza de la derrota, apostó, otra vez, por una única forma de desempeñarse en la pista: la de dar todo lo que el cuerpo puede ofrecer hasta el mismísimo segundo final.

No les fue fácil a los navarros poner buena cara en esos instantes postreros del duelo, en los que la balanza ya caía del lado de los andaluces. No obstante, el Aspil no le perdió la cara a la semifinal hasta mediada la segunda mitad, cuando la efectividad del cuadro entrenado por Dani Rodríguez se tornó ya en imparable. Por contra, en el primer tiempo, el conjunto ribero había conseguido resucitar desde las catacumbas en las que se había metido casi sin querer. Tras los tres mazazos de los primeros diez minutos de juego, la maquinaria naranja comenzó a engrasarse y fruto de esa mejoría, en apenas un minuto, Sepe sirvió en bandeja a Sergio González para que éste recortara distancias y, después, el propio Sergio condujo una preciosa contra y asistió para que Ferran Plana finalizara con el 2-3. No pudo el Aspil aprovecharse de la situación de bonus por las cinco faltas visitantes y el duelo llegó al descanso.

Las sensaciones eran buenas y parecía cuestión de tiempo que el electrónico se igualara. Los de Pato jugaban mejor, dominaban y generaban. Faltaba el tanto que no llegó y que podría haber sido clave para darle la estocada anímica definitiva al Jaén. El banquillo ribero protestó con ahínco una jugada previa al 2-4, en la que Bingyoba golpeó a David Pazos, lo que fue interpretado por el bando ribero como una clara agresión. Sin embargo, la cosa se quedó en amarilla. Instantes después, de nuevo el rostro, esa parte del cuerpo que no se lleva demasiado bien con los balonazos, fue protagonista. Esta vez en la figura de Piqueras, jugador visitante que aprovechó su buena colocación en el segundo palo al saque de una falta para encontrarse de bruces con el balón e introducirlo en la meta defendida por Sergi Cuxart. Otro gol rocambolesco al que después se uniría el del mencionado Bingyoba, que aprovechó un error en la salida para marcar el 2-5, y un nuevo tanto en propia meta, esta vez de Lemine en su desesperado intento por cortar un pase franco de Dani Martín a Mauricio que, de todas maneras, habría terminado en el fondo de la red navarra.

Los de Pato, ya con el agua al cuello, se entregaron al cuatro para cinco como muestra de orgullo competitivo. A puerta vacía en esa situación llegarían el 2-7, de Campoy, y el 3-8 definitivo, obra de nuevo de Piqueras. Entre medias, al capitán David le había dado tiempo de maquillar el marcador transformando un penalti. Pero el reloj corría con un ritmo demasiado fulgurante como para poner en cuestión la irrefrenable omnipotencia del tiempo. Uge y Pichu, tercer portero, tuvieron sus minutos a modo de reconocimiento. Y la afición, cómo no, despidió a los suyos con agradecimiento pese al infortunio de una tarde para olvidar.

Aspil-Vidal 3

Jaén Paraíso Int.8

ASPIL-VIDAL Sergi Cuxart; David, Sepe, Javi Mínguez y Sergio González -cinco inicial- . También jugaron Tripodi, David Pazos, Lemine, Ferran Plana, Lucas, Uge y Pichu (ps).

JAÉN PARAÍSO INTERIOR Espíndola; Alan Brandi, Mauricio, Rafa López y Míchel -cinco inicial- . También jugaron Dani Martín, Piqueras, Ramón, Carlitos, Jordi Campoy, antonio y Bingyoba.

Goles 0-1, min. 2: David (pp). 0-2, min. 4: Míchel. 0-3, min. 9: Dani Martín. 1-3, min. 17: Sergio González. 2-3, min. 17: Ferran Plana. 2-4, min. 25: Piqueras. 2-5, min. 27: Bingyoba. 2-6, min. 30: Lemine (pp). 2-7, min. 34: Jordi Campoy. 3-7, min. 37: David (p). 3-8, min. 40: Piqueras.

Árbitros Rabadán y Delgado (Comité Valenciano). Amonestaron con tarjeta amarilla a los jugadores del Aspil-Vidal David y Tripodi y al jugador del Jaén Paraíso Interior Bingyoba.

Pabellón Quijote Arena de Ciudad Real, con unos 4.000 espectadores en las gradas, de los que aproximadamente 200 fueron aficionados del Aspil-Vidal llegados desde tierras riberas.