Vitoria - Una de las primeras decisiones que el Baskonia tenía que tomar para emprender su próximo proyecto una vez finiquitada el domingo de manera prematura la temporada era la identidad del inquilino de su banquillo. Y aunque Velimir Perasovic tiene todavía un año de contrato por delante -que en todo caso tanto el propio protagonista como el club pueden romper a bajo coste hasta dos semanas después de finalizado el curso-, dicha continuidad no estaba clara a tenor de los últimos acontecimientos. En este sentido, desde la cúpula del Buesa Arena la toma de decisiones se ha acelerado al máximo y el club ha otorgado su confianza al técnico croata para que siga al frente del banquillo vitoriano durante la campaña 2019-20. Salvo una sorpresa enorme que en estos momentos es prácticamente del todo improbable, el técnico de Split será el responsable de liderar el nuevo proyecto desde la banda, en la que será su quinta temporada como entrenador del conjunto azulgrana (2005-06, 2006-07, 2015-16 y 2018-19), aunque solo haya completado una de ellas -la que tuvo como gran logro la Final Four de Berlín en 2016- entera en esa trayectoria precedente.

La eliminación del pasado domingo en Zaragoza provocó que los acontecimientos en los despachos del club se precipitasen a toda velocidad y ya la misma tarde del lunes se produjeron las primeras tomas de contacto, con Josean Querejeta en primera persona -respaldado por las figuras de Félix Fernández y Alfredo Salazar, las personas de mayor peso por debajo del presidente en la toma de decisiones en el plano deportivo- al frente de las conversaciones con Perasovic. En ese inicial intercambio de impresiones, el máximo mandatario baskonista le transmitió directamente al croata su confianza para que continúe al frente del equipo a pesar del abrupto cierre de temporada sufrido por el equipo. Y, de la misma manera, el propio preparador de Split se mostró dispuesto a dar continuidad a su tercer ciclo en el banquillo azulgrana, por mucho que el sabor de boca final haya sido malo y que desde su llegada se haya encontrado con muchos problemas sin solución, toda una rareza en la entidad.

Por parte del club, el cierre del curso era el que había generado las dudas, ya que la caída ante el Tecnyconta Zaragoza -que se venía acusando ya desde la eliminación continental- no entraba en ningún plan. Y es que, con la excepción del borrón de la eliminación en cuartos de final de la Copa del Rey, se valora de manera sobresaliente el trabajo del croata desde su llegada, remontando posiciones en la Euroliga hasta alcanzar el Top 8, donde ante el CSKA se compitió mucho mejor que en campañas precedentes, y también manteniendo al equipo en la pugna por el liderato de la Liga ACB prácticamente hasta el último momento, firmando el mejor balance en años en la fase regular. Y todo eso teniendo en cuenta los enormes problemas con los que ha tenido que lidiar el entrenador de Split por la plaga de lesiones que ha afectado a la plantilla.

Empieza la planificación Precisamente, y aunque las partes quedaron emplazadas para nuevas reuniones de trabajo, en esa toma de contacto inicial en el que club y entrenador evidenciaron su deseo de mantenerse unidos se evidenció la necesidad de pensar en un proyecto deportivo que solucione los enormes problemas que se han vivido a lo largo de la recién finalizada temporada. Y es que nunca antes en la historia reciente del Baskonia se había contemplado semejante inmovilismo a la hora de hacer frente a las contingencias e imprevistos que se iban presentando, con la incorporación de Jalen Jones como única incorporación realizada con la campaña en curso.

Todavía sin hablar de nombres propios, hay decisiones que tanto el club como el entrenador comparten y que se ejecutarán de forma bastante rápida. Y también ideas de cara al futuro en las que ambos van en la misma línea, como pueden ser la necesidad de potenciar el nivel físico de la plantilla en algunas posiciones o de contar con jugadores en la línea exterior con capacidad de generarse puntos por sí mismos, una cuestión de la que la última plantilla ha adolecido.

De momento, y salvo una sorpresa enorme con la ruptura unilateral del contrato por una de las dos partes, lo que está claro es que será Perasovic el encargado de dirigir el nuevo proyecto baskonista.