pamplona - El último oso con genética pirenaica, Camille, dejó de dar señales allá por el año 2010. Pero para entonces, además de por sus contundentes ataques al ganado, su nombre ya estaba asociado al deporte. La Asociación Deportiva de Isaba ideó en 2005 una carrera por montaña con salida y llegada en Isaba, pasando por el monte Ezkaurre (2.047 m).

Han pasado quince años, y lo que entonces era “una cosa de cuatro locos” se ha convertido en un evento de referencia en el ámbito de las carreras por montaña. Porque según detalla el presidente de ADI-IKE, Gorka Bueno, “la Camille fue desde el primer día una carrera muy montañera y esa ha sido la clave de su éxito. Isaba es un pueblo que no se podría entender sin el monte, y la nuestra es otra manera más de disfrutar de este entorno”.

Tal y como pronósticó Iñaki Ochoa de Olza en los inicios de esta prueba, la Camille Extreme se ha convertido en un clásico. Lo cierto es que desde hace varios años, las inscripciones de la carrera se agotan en sólo unas horas. Este año, serán unos 560 los corredores que tomen la salida en la Camille Extreme. Afrontarán el recorrido de 31,6 kilómetros con un desnivel positivo de 2.044 metros.

La hermana pequeña de la Camille es la Cannelle Trail, una carrera de 13 kilómetros y casi mil metros de desnivel positivo, que por primera vez este año también ha agotado sus cien dorsales.

Las previsiones meteorológicas prevén una jornada calurosa por lo que desde la organización lanzan un mensaje claro a los corredores: “La experiencia nos dice que los mayores problemas los hemos tenido por culpa del calor, por deshidrataciones. Por eso, recomendamos que todo el mundo se tome en serio la carrera y se hidrate bien”, comenta Bueno. En carrera habrá siete avituallamientos con comida y bebida, y un equipo sanitario acorde a la dificultad de la prueba roncalesa. Una de las novedades de este año es que la salida será a las 8 de la mañana, una hora antes de lo que solía ser habitual, para evitar, precisamente, el excesivo calor.

Antes de que comience la carrera, el presidente de ADI-IKE agradece la labor que realizarán los más de 200 voluntarios durante todo el fin de semana. “Señalizar un cruce, portear el agua hasta los avituallamientos, repartir agua o cualquier otra de las funciones de las que se compone la Camille, es fundamental. Ver que gente de Isaba y de otros pueblos se pegan una paliza para ayudar a que la carrera salga es para estar muy agradecido”, asegura Bueno. Y recuerda que ADI-IKE ha apostado desde sus inicios por promocionar el nombre de Isaba y del Valle de Roncal a través del deporte.

El programa para todo el fin de semana es amplio. Hoy, a las 20.00 horas, se estrenará en el cine de Isaba un corto-documental sobre el origen, la historia y el futuro de la Camille Extreme. Mañana habrá talleres infantiles, visitas guiadas por Isaba, conciertos, chocolatada y la carrera de los más txikis. Cada año reúne a más de cien niños y niñas que empiezan a dar sus primeros pasos en la Camille.

Para el domingo quedará la cita principal. A las ocho de la mañana saldrán los corredores para adentrarse en senderos que en su día vieron pasar a Camille y que a día de hoy, son lugar de paso de la osa Claverina. - D.N.