El pedaleo en platos ovalados de bicicletas “no influye significativamente en la respuesta fisiológica de los ciclistas de élite en comparación con platos convencionales redondos”, según la tesis doctoral del ingeniero pamplonés Iban Latasa.

En su trabajo, ha analizado un tipo de señales biomédicas producidas por los músculos durante pruebas de esfuerzo a las que fueron sometidos estos deportistas de forma incremental hasta el agotamiento, explica la Universidad Pública de Navarra (UPNA) en una nota.

En ella, el nuevo doctor explica que la fatiga muscular tiene “múltiples definiciones, pero su principal misión es la protección, ya que avisa al organismo sobre la debilidad en las reservas energéticas o de que empieza a aparecer una incapacidad funcional”.

“Este signo o síndrome tan frecuente se presenta con mayor énfasis en el deportista. Dentro de los deportes, es mucho más evidente y fácil de evaluar y diagnosticar en aquellos individuales como el ciclismo”, señala.

Para comprender los patrones de activación de dichos tejidos corporales, se utiliza la técnica de la electromiografía, que registra la actividad eléctrica producida por los músculos.

“Esta señal biomédica proporciona información sobre el estado fisiológico de los músculos y de los nervios que los activan y también permite localizar lesiones”, añade.

Cuando el electromiograma se obtiene a través de electrodos superficiales (llamados así al estar colocados en la superficie de la piel sobre el músculo y, por lo tanto, no son invasivos), se habla de electromiografía de superficie o sEMG.

“Se trata de una técnica adecuada para comprender los patrones de activación musculares y, en particular, durante el pedaleo y la aparición de fatiga muscular en el ciclismo de élite”, apunta el investigador, cuya tesis doctoral ha sido calificada con sobresaliente cum laude.

En este sentido, la posibilidad de obtener, a partir de una única prueba de esfuerzo datos tanto de los umbrales metabólicos de fatiga y de los parámetros respiratorios como de los basados en la electromiografía de superficie, es “un elemento importante en el deporte de élite y, en particular, en el ciclismo”, valora Latasa.

Por ello, Latasa realizó pruebas de esfuerzo en ciclistas profesionales, lo que le permitió obtener parámetros como la frecuencia cardiaca, los valores de lactato en sangre o el consumo máximo de oxígeno, entre otros.

Reconoce que en las últimas décadas, se ha dedicado un gran esfuerzo investigador a identificar umbrales de trabajo que permitan distinguir el inicio de la fatiga crítica durante test incrementales, en los que la exigencia aumenta progresivamente.

“En función de la variable de medida utilizada, existen distintos umbrales de fatiga reconocidos, como los metabólicos apunto de acumulación de lactato en sangre y ventilatorios en umbral, ventilatorio aeróbico y punto de compensación respiratoria”, afirma. Sin embargo, a medida que la intensidad del ejercicio aumenta, “la fatiga no sólo está relacionada con el sistema cardiorrespiratorio, sino también con el sistema neuromuscular. La fatiga neuromuscular puede ser identificada a partir de la medida de electromiografía superficial y sus variaciones en el tiempo”.

Existe un umbral de fatiga neuromuscular basado en la actividad de la electromiografía y definido como la capacidad física de trabajo en el umbral de fatiga (PWCFT, por sus siglas en inglés). Se obtiene a través de un test en un cicloergómetro, que consiste en un instrumento específico calibrado para medir la capacidad de trabajo y que es similar a una bicicleta sobre la que se pedalea.

“La aplicación del método PWCFT, incrementando la pedalada cada minuto, podría llevar a una sobreestimación del umbral de fatiga neuromuscular. Sin embargo, en la tesis se propone un nuevo método para el cálculo de los umbrales de fatiga neuromusculares”, concluye el investigador. - Efe