Nueva York - La estadounidense Serena Williams, de 37 años, luchará hoy (22.00, hora peninsular) contra la canadiense Bianca Andreescu, de 19, por ganar su séptimo US Open, lo que le haría ser la más laureada de la era moderna en este torneo, y le otorgaría su 24º Grand Slam, con lo que empataría en lo más alto del palmarés con la mítica Margaret Court.

Serena -que tiene en su palmarés 7 Open de Australia, 3 Roland Garros, 7 Wimbledon y 6 US Open- logró su objetivo de alcanzar por décima vez la final del Abierto de Estados Unidos al vencer en la semifinal a la joven ucraniana Elina Svitolina, 13 años más joven, por 6-3 y 6-1.

Williams disputó su 38ª semifinal de un Grand Slam con un tenis incontestable de poder físico y dominó en todas las facetas del juego ante una adversaria que apenas pudo mostrar algo de la clase que posee.

En apenas una hora y 10 minutos, la estadounidense llegó a su 101ª victoria en el Abierto de Estados Unidos, lo que la empata con la otra legendaria local, Chris Evert. “Estar en cualquier club con Chrissie es simplemente increíble”, admitió Williams al respecto.

El partido de la gran final dará a Williams la posibilidad de conseguir un título de campeona en un torneo de Grand Slam 20 años después de alcanzar el primero, cuando ganó el del Abierto de Estados Unidos siendo una adolescente de 17 años.

“Supongo que es impresionante”, contestó Williams cuando se le preguntó sobre lo que podría conseguir si ganaba la final. “No pienso en eso. Solo vengo aquí y hago lo que puedo”.

Respecto al juego de su rival en la final, Andreescu, la menor de las hermanas Williams tuvo palabras de alabanza y respeto. “Realmente sabe cómo mezclar el tenis y jugar diferentes tiros de diferentes maneras. Y sobre todo, me gusta como persona. Es increíble”.

La mayor dificultad de Serena para vencer ayer a Svitolina fue en los cuatro primeros juegos. “Me di cuenta de que, a pesar que ganaba los tantos, no era la estrategia a desarrollar durante el partido”, comentó Williams sobre esos primeros juegos. “Fueron largos”.

Williams admitió que se enfrentaba a una buena rival y el cambio que tuvo de mentalidad y actitud le benefició para llevarse la victoria.

“Svitolina es una muy buena jugadora, obviamente. Dos semis seguidas es realmente impresionante y realmente difícil de hacer. Solo quería no tener un comienzo lento y tratar de aguantar, pero al final todo salió perfecto”, agregó Williams, que vivió otra noche histórica y triunfal en Flushing Meadows. - Efe