- "Sin ninguna duda, esta es la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en nuestros veinte años de historia". El Comité Ejecutivo de la Euroliga, formado por sus once clubes accionistas, tomó ayer la decisión de suspender de forma definitiva tanto la Euroliga como la Eurocup, lo que supone la bajada del telón del baloncesto continental en Europa hasta dentro de más de cuatro meses, cuando estas dos competiciones tienen previsto arrancar el nuevo curso -el 1 de octubre la Euroliga y el 30 de septiembre la Eurocup- y la Basketball Champions League de la FIBA celebre la Final Eight con la que pondrá fin el ejercicio 2019-20 (del 30 de septiembre al 4 de octubre en una sede aún por designar) tras el aplazamiento acordado a finales de marzo.

La Euroliga ha intentado por todos los medios retomar sus dos competiciones, pero finalmente ha tenido que rendirse a la evidencia de las dificultades provocadas por la pandemia del covid-19, además de la división existente entre los clubes participantes, algunos partidarios de resolver la campaña en una sede única y otros de no retomarla, y de la opinión de los jugadores, en su mayoría partidarios de la suspensión según diversas fuentes. A través de un comunicado, la Euroliga aseguró que "se han explorado todas las opciones posibles" antes de decidir "en aras de la integridad y la justicia del deporte" dejar sus dos competiciones sin campeones, agradeciendo su disponibilidad y esfuerzos a las ciudades y regiones que se habían ofrecido para albergar los encuentros restantes.

A la hora de argumentar su decisión, los dirigentes de la máxima competición europea del baloncesto esgrimieron "la salud y la seguridad de los deportistas, aficionados, patrocinadores y comunidades; la variada evolución del covid-19 en los territorios de los clubes participantes, lo que no garantizaba que todos tuvieran las mismas oportunidades y condiciones para preparar los partidos; las diferentes restricciones de los países para la movilidad de sus ciudadanos, lo que no garantizaba que todos los equipos pudieran viajar a la localización designada para la disputa de los partidos, y que la reducción del periodo mínimo de tres semanas de entrenamientos aprobado previamente podía haber causado un incremento del riesgo de lesiones". Además, cualquier sistema de competición que supusiera la reducción de los equipos participantes había sido descartado y no existía una garantía de que las dos competiciones pudieran terminarse en julio, que era el límite que se había impuesto la organización. "Teníamos muchas motivaciones para retomar la temporada, pero en una situación tan excepcional como esta tenemos que poner la salud por encima de todo", razonó Jordi Bertomeu, consejero delegado de la Euroliga.

Además, de cara al ejercicio 2020-21, los 18 conjuntos en liza en la 2019-20 repetirán concurso, es decir Real Madrid, Barcelona, Baskonia, Valencia Basket, Panathinaikos, Olympiacos, Anadolu Efes, Fenerbahce, CSKA Moscú, Khimki, Zenit San Petersburgo, Alba Berlín, Bayern Múnich, Villeurbanne, Estrella Roja, Maccabi Tel Aviv, Zalgiris Kaunas y Armani Milán. En lo que respecta a la Eurocup, mantienen plaza las ocho escuadras que habían obtenido ya billete para la disputa de los cuartos de final: Unicaja Málaga, Virtus Bolonia, Venecia, Mónaco, Partizán, Tofas Bursa, Promitheas Patras y Unics Kazan. Para los 16 equipos restantes, se tendrán en cuenta las clasificaciones finales de las competiciones domésticas.

"Ha sido la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en nuestros 20 años de historia"

Consejero delegado de la Euroliga