l cannabidiol (CBD) es un derivado de la planta de Cannabis y está de moda en el deporte. Cierto es que se lleva usando años en especialidades extremas como el surf o el esquí dadas sus propiedades para la recuperación física, pero desde que la Agencia Mundial Antidopaje lo excluyó en 2018 de la lista de sustancias prohibidas, son muchos los atletas que han desterrado los estigmas y han probado sus beneficios en la recuperación y el acondicionamiento físico. Y es que el CBD es potente tanto medicinal como terapéuticamente y, por ello, ya se presiente que será la sustancia estrella de los próximos Juegos Olímpicos de Tokio. Dado que los pioneros en el uso de estos productos fueron los deportistas de tabla, en Euskadi el principal abanderado del CBD es el surfista Aritz Aranburu. El zarauztarra es embajador de Beemine Lab, empresa que desarrolla productos con CBD, aunque él mismo reconoce haber sido reticente al consumo de esta sustancia: "Cuando me dicen que proviene del cannabis me pasa lo que a todo el mundo: pienso en su uso recreativo y en los típicos prejuicios al respecto. Pero después vas investigando y descubres que es un componente seguro, que no coloca ni crea adicción. Vuelves a conocer la planta y te das cuenta de que tiene mucho potencial medicinal".

Aranburu cuenta que descubrió el CBD hace más de un lustro en Hawai, cuando un compañero lo utilizaba en un envase roll on para paliar los golpes. Tras una dura caída en el despiadado Pipeline de invierno, el zarauztarra, que es alérgico al ibuprofeno, se dejó aconsejar y empezó a utilizar un producto que "no solo no había llegado aquí, sino que tampoco era una tendencia mundial como lo es ahora". El surfista admite que le costó asumir el uso de esta sustancia, pero tras probar sus beneficios y después de que la Organización Mundial de la Salud incluyera en su informe de noviembre de 2019 que es un "fito cannabinoide que no coloca, ni es dañino para la salud, ni es adictivo", comenzó a utilizarla todos los días. No solo para los golpes y las caídas, sino también para mejorar su rendimiento y obtener una recuperación muscular más rápida; ya que los deportistas lo suelen usar para las inflamaciones, dolores crónicos, náuseas y relajación. "El surf tiene mucho desgaste físico, ya no solo por el esfuerzo que puedas hacer; sino que tiene ciertos riesgos y siempre puedes llevarte algún golpe. Soy una persona muy activa así que después de todo el día el CBD me ayuda a relajar el cuerpo y la mente un poco. Tras el entrenamiento me ayuda a desconectar y a relajarme", explica.

Con todo, hace cuatro años saltó la noticia que cambió todos sus esquemas: el surf sería olímpico en los Juegos de Tokio. Así que dejó de utilizar el cannabidiol al final de cada jornada. "No quería que un positivo me impidiera competir en una cita tan importante y que sería histórica. Pero al ver que pasaba a ser una sustancia aceptada me alegré y volví a usarlo. Me gustaría que la gente lo probara y sacara sus propias conclusiones antes de juzgar", sentencia.

De esta forma, el CBD tiene visos de convertirse en el producto estrella de la cita olímpica del próximo verano: "En las competiciones, si tomas dos ibuprofenos ya das positivo, así que me alegra saber que para los Juegos vamos a tener un antiinflamatorio y analgésico más seguro y natural al que acceder", dice Aranburu. Asimismo, el zarautzarra explica que existen diferentes maneras de usar esta sustancia y que varían dependiendo de los resultados que se esperan conseguir: inhalado a través de la vaporización, mediante aceites y con bálsamos y cremas. Sin embargo, como en España la legislación solo regula su uso externo, el surfista asegura que solo "al final de la jornada uso el aceite CBD y me doy un poco de bálsamo recuperador en algún golpe o músculo que note cargado".

Aritz Aranburu es embajador de esta sustancia, que utiliza para la recuperación muscular a través de aceites y bálsamos

"Me alegra saber que para los Juegos tendremos un antiinflamatorio y analgésico más seguro y natural", dice el surfista