El partido aplazado entre Aspil Jumpers y Osasuna Magna Xota tendrá que jugarse después de que el juez instructor de la RFEF rechazara la petición de los riberos de darles el partido por ganado. Así, el polémico derbi se decidirá en la pista a finales del mes de febrero, aunque el Aspil no descarta recurrir esta resolución.

La denuncia presentada por el club ribero se ha quedado en una multa de 150 euros al Xota por realizar los test de antígenos con menos de 48 horas de antelación al encuentro que se debería haber disputado el pasado 4 de enero.

El juez de la Federación Española de Fútbol ha impuesto esta sanción al Xota al considerar la infracción como una falta leve. "Aunque el cumplimiento del protocolo covid es un tema muy serio, por la grave amenaza que supone para la salud de las personas que intervienen en competición, realmente nos encontramos ante un simple incumplimiento de plazo. No ha conllevado una mayor amenaza a la salud de los participantes, principal objetivo del protocolo", expone el juez instructor, Juan Antonio Landaberea.

Asimismo, señala que el Xota ha actuado en función de "unas razones convincentes sobre la existencia de menor riesgo de no diagnosticar casos positivos", concluyendo de su actuación la existencia de "más garantías de encontrar casos positivos". El club de Irurzun remarcaba la probabilidad de no diagnosticar casos positivos al usar test rápidos de antígenos y defendía su actuación al entender que, cuanto más tarde se hicieran los test, más opciones había de detectar positivos en la plantilla.

El conjunto ribero no ha quedado satisfecho con esta resolución y no descarta recurrir en los próximos días. Hay que recordar que el Aspil denunció al Xota por incumplir el protocolo anticovid y pidió que la Federación le concediera la victoria sin tener que jugar el choque.

La petición del Aspil de que los tres puntos se quedaran en Tudela provocó un cruce de acusaciones entre ambos conjuntos. Una tensión que tuvo que rebajar la propia consejera de Deporte y Cultura, Rebeca Esnaola, en una reunión con los presidentes de los dos equipos y a la que también acudieron el director del Instituto Navarro del Deporte, Miguel Pozueta, y el presidente de la Federación Navarra de Fútbol, Rafa del Amo.

Durante el encuentro, la consejera hizo un llamamiento "a la calma, a procurar que la rivalidad deportiva no traspase límites que no son deseables" y a "mejorar la imagen del fútbol navarro". Por último, todos los asistentes a la reunión compartieron la necesidad de que los derbis transcurran como "una fiesta del fútbol sala, alejados de comportamientos que no representan los valores del deporte".

En principio, el derbi se disputará en febrero en el Ciudad de Tudela y podrá volver la normalidad al fútbol sala navarro.