Basket Navarra visitará este sábado al Alega Cantabria, con la intención de buscar la remontada en los octavos de final del play off tras el 50-63 de la ida, disputada en el Navarra Arena. Así lo manifiesta Adrián García, uno de los pilares del equipo, designado por Iñaki Narros como su sucesor al frente de la escuadra navarra en una entrevista con este periódico.

¿Cómo encaran el partido del sábado? El Alega Cantabria lleva una renta difícil de remontar.

-Vamos con 13 puntos de desventaja y es difícil porque es uno de los mejores equipos en su casa de la Liga, pero vamos con la idea de intentarlo y de que se puede hacer.

¿Qué tiene que mejorar el equipo respecto al partido de la ida?

-Hay algo que hicimos bien en el partido de ida y fue llevar el partido a pocos puntos. Yo creo que si volvemos a conseguir que ellos tengan un marcador de 50 o 60 puntos, y si tenemos un poco más de acierto por nuestra parte, podríamos hacerlo. Pero la clave es dejarles en pocos puntos.

El partido de ida fue así hasta que se llegó al último cuarto, en el que ellos se dispararon un poco, pero el partido en general fue de pocos puntos.

-Sí. Buscamos ensuciar un poco el partido, intentar que no corrieran, ensuciar las transiciones... Yo creo que por ahí estaba la victoria y el partido fue así, incluso llegamos un punto arriba al último cuarto, pero un último cuarto muy malo hizo que acabáramos con esa desventaja tan grande. Creo que la estrategia y el ritmo de partido debe ser el mismo.

¿Cómo fue jugar en el Navarra Arena?

-Fue muy emocionante. Una instalación tan buena, tan bonita, y con la gente, que se animó a venir a vernos. Hubo un lleno de entradas. Se convirtió en una fiesta del baloncesto y fue muy bonito jugar ahí.

¿Le gustaría que fuera así de continuo?

-Hombre, si es de manera esporádica es especial, pero me gustaría que fuese de continuo. Es una gozada jugar en un sitio así y creo además que sería una buena forma de enganchar a la ciudad y a la afición a que viniera más a vernos al Basket Navarra y eso nos haría mucho bien.

Iñaki Narros dijo que tenía claro que su relevo como líder del equipo era usted. ¿Qué le pareció?

-Me da mucho orgullo que Iñaki piense en mí para esto. Son muchos años juntos y remando siempre en la misma dirección, codo con codo, así que yo le tomo el relevo encantado si él me lo ofrece. Me siento orgulloso y agradecido de que me lo ofrezca.

Supongo que una de las razones por las que ir a Cantabria a remontar es alargar un poquito más su carrera y que vuelva a jugar aquí.

-Sí, la verdad es que yo le decía el otro día en su despedida que no sabía por qué la gente le aplaudía tanto si en dos o tres semanas nos íbamos a volver a ver. En realidad espero que así sea y él también lo está deseando. Sería un bonito regalo, un bonito detalle, por parte de sus compañeros el alargarle la carrera una semana más.

En cualquier caso, lo del otro día fue una despedida en toda regla, aunque ojalá no sea así. ¿Cómo lo vivió?

-Fue una despedida soñada para cualquiera de nosotros. A todo el mundo le gustaría tener algo similar el día que se retire. El club le tiene en muy alta estima, como tiene que ser, y le preparó una despedida como tiene que ser también. Fue muy bonita, con unos vídeos muy bonitos y con la afición levantada aplaudiendo. Incluso el equipo rival, que me quito el sombrero con ellos, aplaudieron y alentaron a Iñaki en todo momento. Fue una despedida preciosa.

Dice que a todo jugador le gustaría una despedida así, supongo que a usted también. ¿La ve todavía lejos?

-Bueno, yo prefiero ir año a año y tengo muy claro que el año que viene voy a jugar, por ganas y porque las piernas todavía me aguantan. A mí la verdad es que me daría un poco de vergüenza una despedida tan grande. Pero bueno, eso quiere decir que la gente quiere mucho a Iñaki, por eso la ha tenido, y es merecida