El balear Rafael Nadal consiguió la clasificación para los octavos de final de Roland Garros por decimosexta vez, tras derrotar al británico Cameron Norrie, 6-3, 6-3 y 6-3 en 2 horas y 6 minutos.

El mallorquín, que persigue su título número 14 en la capital francesa para totalizar 21 Grand Slam, se medirá contra el italiano Jannik Sinner, 19 del mundo a sus 19 años, rival al que ya derrotó el año pasado en cuartos de final y esta misma temporada en el torneo de Roma.

Nadal fue programado en la pista Suzanne Lenglen, reputada por ser algo más lenta. Todos los favoritos suelen pasar por esa pista en la que Nadal no ha perdido nunca (sus dos únicas derrotas en Roland Garros fueron en la Philippe Chatrier).

Salvo un momento delicado al inicio del segundo set, cuando perdió dos veces su saque, aunque los recuperó enseguida, el duelo contra Norrie, 45 del ránking a sus 25 años, un tenista que nunca ha superado la tercera ronda de un grande, fue plácido.

“Cameron está jugando la mejor temporada de su carrera, ha ganado muchos partidos este año. Lo más importante es que por momentos he jugado mi mejor tenis y en otros momentos he podido mejorar, pero lo importante era ganar en tres sets”, señaló sobre su rival, que este año ha disputado las finales de Estoril y Lyon sobre arcilla.

Recuperado el bache, elevó la presión sobre el rival, que poco a poco depuso las armas. El tercer set fue un paseo para el español.

Por otro lado, el español Carlos Alcaraz, 97 del ranking a sus 18 años, cayó ante el alemán Jan-Lennard Struff, 42 del ranking. El germano apenas le dio opciones, le ganó por 6-4, 7-6(3) y 6-2, en 2 horas y 16 minutos. Alcaraz aspiraba a disputar sus primeros octavos de final de un Grand Slam.

El español, el más joven tenista en alcanzar la tercera ronda de París desde 1992, no fue capaz de buscarle los fallos a un tenista muy sólido con muchos golpes buenos en tierra batida, una montaña muy alta para el murciano. Fue la demostración de que Alcaraz, todavía tiene mucho que aprender para rivalizar con los mejores, pese a las enormes expectativas que ha generado su aterrizaje en el circuito.