Los mushers navarros Iker Ozkoidi y Baltasar Gallardo fueron homenajeados ayer por la Federación Navarra de Deportes de Invierno por sus brillantes actuaciones en los recientes Campeonatos del Mundo de mushing sobre nieve.

En concreto, Iker Ozkoidi se proclamó campeón en el Mundial de media distancia y Baltasar Gallardo fue tercero en el de larga distancia.

El acto se celebró en la Casa del Deporte del Navarra Arena con la presencia de varios representantes de la Federación Navarra, para reconocer a dos intrépidos deportistas amantes de las aventuras, de la nieve y de sus mayores aliados, los perros.

Iker Ozkoidi García se impuso ante todos sus rivales en el Campeonato del Mundo de media distancia celebrado en Hamar, Noruega. La competición giró en torno a un circuito cerrado durante tres jornadas, en las que, en cada una de ellas, recorrió 43 kilómetros junto a sus eurohounds.

Ozkoidi, de 43 años y 32 años de experiencia en el mushing, hablaba de su gran desventaja respecto a los competidores del norte de Europa: “No tenemos ni pista, ni temperatura, ni nieve, por lo que debemos ir buscando todo ello en otros lugares, bien dentro de España o en otros países”.

“Nunca es fácil quedar primero. Este año no iba muy convencido de que pudiera hacer un buen papel porque no pude entrenar en los mejores lugares, pero el primer día vi que a la segunda clasificada le había sacado seis minutos, y el resto de días me dediqué a gestionar esa ventaja”, explicó Ozkoidi tras recoger la placa que le entregó la Federación Navarra.

El palmarés internacional de Iker Ozkoidi -siempre en media distancia- incluye ya el oro en el Mundial 2019, el oro en el Europeo 2021 y el oro en el Mundial 2022.

Baltasar Gallardo consiguió hacerse con el tercer puesto el pasado mes de marzo en la Polardistans de Suecia, cuyos 300 kilómetros cubrió en 24 horas con sus doce perros. Es el único deportista español que compite con huskies siberianos en larga distancia.

“Estoy muy satisfecho de este puesto y de cómo lo hemos logrado”, indicó Baltasar Gallardo, quien superó la prueba a base de fortaleza física y psíquica, y unas cuantas barritas energéticas que le dieron el empujón para continuar.

Unas de las principales dificultades que se encontró el deportista de 51 años, quien lleva 30 años en este mundillo, fue congeniar a perros de diferentes edades: “Me encontré con algunos en declive y otros inexpertos tras dos años de parón”.

Gallardo explicó la tensión que vivió horas antes de comenzar, cuando tuvo que dejar fuera a dos de sus mejores perros: “Te metes en una presión terrible porque no quieres tener un fallo de que uno se lesione. En tres días se recuperan, pero no tenía ese tiempo. Opté por poner a perros de la unidad B como titulares, sabiendo que no iban a llegar a darme lo que me proporcionaban los primeros”.

“Hacer 125 kilómetros de una tacada te da para pensar muchas cosas en mitad de la nada. Tienes que tener la cabeza activa porque te puedes dormir e intentas concentrarte en no correr más de la cuenta y en alimentar a los perros cada hora y media”, rememoraba sobre cómo consiguió subir al podio.

“Vi el primer día que había sacado seis minutos a la segunda y me dediqué a gestionar esa ventaja”

Oro en el Mundial de media distancia

“Debes concentrarte en no correr más de la cuenta y en alimentar a los perros cada hora y media”

Bronce en el Mundial de larga distancia