Fue en el espinoso frontón Daniel Ugarte de Hendaia donde Danel Elezkano y Beñat Rezusta firmaron su octavo punto en la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas. Los deberes, hechos, les iluminaron un camino de cinco semanas sin incertidumbre competitiva, sin la pimienta de jugarse las habichuelas cada fin de semana. Ocurre que los finalistas de 2018 fueron lo suficientemente tempraneros como para aparcar las incomodidades de verse con el agua al cuello, en una perpetua huida hacia delante, lo que fortalece la ansiedad y la precipitación. El de Zaratamo y el zurdo de Bergara, atados a una visión estajanovista del deporte, currantes hasta el tuétano, no son duchos en el arte de procrastinación. Mejor hoy que mañana. Mejor antes que después. El viaje calcó la propuesta de la temporada pasada, en la que pagaron sin plazos y en efectivo el billete a la antesala de la final. Por la vía rápido. Buenos clientes para Aspe, malos para el resto.

Elezkano II-Rezusta vuelven a partir de cero el sábado, 43 días después. En ese tránsito, Aitor Erauzkin, preparador físico del vizcaino y director técnico de la Federación de Euskadi de pelota, cuenta que el disponer de tanto tiempo es un “regalo” a la hora de planificar el camino del pelotari, puesto que la pelota es un “deporte muy distinto” a otros en este aspecto, ya que hay “actividad todo el año”. “Existen un montón de factores que influyen para que un manista rinda al cien por cien, pero sí que es cierto que, a nivel físico, tenemos la oportunidad de establecer un guion para que lleguen a la fase decisiva más cargado”, desgrana el arratiarra. El tiempo de barbecho no es tal, porque se aumenta la intensidad del trabajo con la intención de explotar en las semifinales. “El año pasado dispusimos de la misma suerte, pero después no salieron las cosas en la final. Hemos aprendido”, dice Erauzkin. Y es que, tal y como esgrime el preparador, que lleva con Elezkano II desde que el pelotari tenía 17 años, “Danel es un delantero de sensaciones”. Vísceras de artista y manos de estibador.

Así las cosas, durante las seis semanas de parón relativo -Elezkano II-Rezusta disputaron cuatro encuentros, de los que ganaron dos-, Erauzkin establece que el zaratamoztarra llegó a hacer “cuatro” sesiones de trabajo físico fuerte, mientras que en plazos competitivos realiza dos y “una algo más suave”. “Danel tiene una buena capacidad aeróbica y anaeróbica, pero hacemos más hincapié en el trabajo de fuerza en estas situaciones”, agrega, quien divide el trabajo de cuatro en cuatro semanas, con una de tranquilidad en medio. “En ese tiempo sube la carga, mientras que en el parón realizamos un proceso de descarga”, afirma el director técnico de la Vasca, cuyo objetivo es que “en-tren en las dos primeras semanas de semifinales a tope”. El dueto de Aspe abre la batalla por la final el sábado en Pamplona ante Víctor-Albisu.

Aun así, con 24 años y más de seis en profesionales, el de Zaratamo todavía tiene “margen de mejora”. “Danel es un trabajador. Lo que se está viendo ahora es el fruto de los últimos cinco años. Necesita menos tiempo para coger la forma y afrontar la competición”, finaliza Erauzkin.