Bilbao - “El partido contra Mikel Urrutikoetxea de 2016 fue muy bueno (perdió 22-19). Quizás el mejor que he hecho mano a mano. Y contra Iker Irribarria hice un gran encuentro el año pasado (ganó 22-9)”, recuerda Joseba Ezkurdia. El delantero consiguió ante Erik Jaka el pase a las semifinales del Manomanista y asomó con autoridad en la primera mitad de la contienda. Es el espejo al que mirarse. El de Arbizu se volverá a encontrar con el zaratamoztarra el sábado en el Bizkaia. La final está en el horizonte.

La pasada campaña triunfó en el Parejas, se metió en las semifinales del Manomanista y ganó el Cuatro y Medio. Este curso lleva un buen Parejas y alcanzar la final del mano a mano podría ser otro paso al frente.

-Lo importante es que he conseguido llegar otro año más a las semifinales. 2018 fue muy bueno para mí y estar en la pelea por entrar en esta final es algo grande. Sé que tengo una eliminatoria muy complicada ante Mikel Urrutikoetxea, pero quiero disfrutarla.

¿Qué supone para usted el mano a mano?

-Para cualquier pelotari, el Manomanista es lo más importante o lo más bonito. Es un campeonato con mucha historia. El que gana consigue la txapela más importante del año. Es una modalidad difícil de jugar, en la que hay que hacer las cosas muy muy bien y hay mucha competencia. Si estás bien, disfrutas, pero al mismo tiempo es muy duro.

¿Y está bien?

-Sí. He tenido tiempo para prepararlo y llegar bien. Quizás, ante Erik Jaka no gocé con la derecha del modo que yo quería, pero defendí bien, estuve en la cancha e hice bien las cosas para ser el primer partido. Estoy con ganas de seguir avanzando.

Es una especialidad en la que apenas juegan media docena de compromisos a lo largo de toda la temporada y se complica ante un pelotari como Jaka, que se encuentra en un estado de forma excepcional, ¿no?

-Los primeros partidos son para ganar. Sabía que tenía que sufrir, defender la cancha y regalar poco. Lo hice, fui sólido y, sobre todo, hice las cosas muy bien en la primera parte. Erik, además, es peligroso con el saque. Me tocó sufrir. Ir por delante me tranquilizó y me vi bien.

Saber sufrir también es algo positivo.

-Si ganas holgado, mejor; pero si sufres, sabes cómo vas a actuar y cómo estás. Me tocó y me vi bien. Eso me tranquiliza y me da confianza. De piernas me sentí bien, aunque quizás de pecho me llené en algún momento por la tensión. Le di la vuelta. Es buena señal. Sabía que Jaka me iba a apretar. Soy crítico conmigo mismo y hay cosas positivas y negativas. Si quiero ganar a Urrutikoetxea, tengo que gozar más con la derecha, pero he sacado también aspectos positivos de la eliminatoria de cuartos de final.

¿Su mejor versión apareció en la primera mitad, en la que demostró ser un pelotari autoritario?

-Me sentí cómodo. Cuando Erik atacó, me encontré bien en defensa. Llegaba a todo. A la hora de acabar, tuve decisión: con dejadas, abriendo? Dominé, mandé y pude ganar con ese inicio. Tuve las ideas claras. No me volví loco, no me aceleré. Tuve claro que era el momento de jugar serio. Tuve confianza en mí mismo. Y me salió.

En la semifinal del sábado en Bilbao se medirá a un viejo conocido, Mikel Urrutikoetxea. Será su tercer duelo en el Manomanista.

-Tanto en el mano a mano como en el Cuatro y Medio me ha tocado contra él. Es un pelotari que siempre está centrado y nunca se va de los partidos. Es muy difícil ganarle. No regala nunca. Sé que tengo un partido muy difícil y si quiero ganar, tengo que regalar poco. Tengo que salir sin miedo y no fallar.

¿Recuerda sus dos enfrentamientos anteriores?

-En uno me ganó bastante fácil (22-13, en los cuartos de final de 2017) y en el otro, en cambio, le di mucha guerra (22-19, en cuartos de final de 2016). Fui ganando 17-11 y 18-14 y le apreté, pero en los momentos difíciles estuvo mejor que yo. Me ganó. Esta es la oportunidad de la revancha.

¿Quizás en esos momentos Urrutikoetxea estaba ya consagrado y usted ha evolucionado más?

-No lo sé. Mikel demostró ante Bengoetxea VI que está en un buen momento de juego (8-22). Estos últimos años no ha tenido demasiada suerte con las lesiones. En mi caso, cada temporada me he sentido mejor, más cómodo. Los pelotaris sabemos que es muy difícil ganar una txapela, pero lo importante es que estoy en esa pelea.

¿Qué cree ha cambiado entre el Ezkurdia que perdió ante Urrutikoetxea en 2017 y el de ahora?

-Que tengo las ideas más claras y tengo más confianza en mí mismo. Soy consciente de que haciendo mi juego soy capaz de hacer daño. He dado unos pasos grandes y ahora estoy en la pelea por las txapelas.

¿Qué le parece el frontón de Bilbao?

-Es lo que toca. Todos los partidos contra Urrutikoetxea me han tocado aquí. Para él, es mejor frontón, pero le gané aquí en el Cuatro y Medio y he realizado buenos partidos. En mi caso, otro escenario sería mejor, porque podría meter más velocidad. Pero da igual.

Rompió en la jaula

-Me había ganado todos los partidos hasta ese momento. Además, habíamos jugado todos los partidos aquí, excepto la final del Cuatro y Medio de San Fermín, que me ganó en Iruñea tras ir muy adelantado en el marcador (22-21). Esa final fue muy dura. La victoria del Cuatro y Medio fue muy importante para mí.