Unai Laso (Bizkarreta-Gerendiain, 13/5/1997) se estrenó el pasado fin de semana en los octavos de final del Cuatro y Medio de la LEP.M con un triunfo ante Jon Ander Peña, al que batió 22-12 para avanzar hasta la liguilla de cuartos de final, en la que debuta este viernes por la noche contra Joseba Ezkurdia en el frontón Burunda de Alsasua, escenario en el que esta tarde ha elegido material y ha respondido a las preguntas de este periódico para analizar su traumático paréntesis de casi un año en su carrera como profesional. Al navarro se le acabó el contrato con Baiko en septiembre de 2020 y, tras no alcanzar un acuerdo para la renovación del mismo, estuvo nueve meses recalificado como aficionado para, una huelga de sus compañeros mediante, conseguir una nueva oportunidad para su reingreso en la elite que está exprimiendo al máximo.

Tiene sólo 24 años y dos fechas de debut como profesional, un poco raro, ¿no?

-La verdad es que sí, pero al final todo el trabajo realizado durante la etapa en la que salí de profesionales me ha hecho más fuerte. He entrenado muchísimo desde el primer día en el que ya no formaba parte de la plantilla hasta que he vuelto otra vez, y no me he venido abajo, sobre todo apoyándome en los malos momentos en familia, amigos y otros pelotaris.

Se quedó sin contrato siendo semifinalista del Parejas y del Cuatro y Medio de Primera, lo cual resulta todavía más raro.

-Sí, pero sigues entrenando día a día porque tú te ves en profesionales, jugando con los mejores. Yo me veía ahí en todo momento y estar fuera me parecía algo imposible. Pero he empezado otra vez y todo el trabajo realizado se está reflejando en los partidos, creo que estoy dando un buen nivel y la verdad es que estoy contento.

La prueba de que tenía el nivel es que durante los nueve meses en los que se recalificó como aficionado no conoció la derrota en 25 partidos.

-Así es. Y eso que en aficionados también he tenido partidos complicados porque hay muchísimo nivel, pero saqué todos adelante y eso al final también me dio confianza para reforzar mi idea de que tenía que estar en profesionales. El trayecto que he hecho en aficionados me ha servido para aprender y me ha fortalecido para luego estar mejor en profesionales.

¿Qué diferencias hay entre el Unai Laso que debutó en 2016 con 19 años y el de ahora, con 24?

-Lo normal en todo pelotari. Al final vas madurando como persona y eso se refleja luego en la cancha. Ahora tengo la cabeza más tranquila y en cada partido hago lo que sé. Para estar en Primera tienes que dar tu nivel en todos los partidos y a lo mejor ahora ya no fallo ocho pelotas en cada partido como me podía pasar antes. Soy muy agresivo jugando y fallaba demasiado, pero ahora he bajado a tres o cuatro errores, aunque en alguno también pueda hacer ocho.

Durante esta etapa en la que estuvo fuera de profesionales, ¿necesitó recurrir a algún tipo de ayuda psicológica para entender y superar lo que le estaba ocurriendo?

-A mí personalmente me gusta mucho el tema de la psicología. No suelo leer novelas, pero sí libros de psicología y desarrollo personal. Es un asunto que me gusta mucho para afrontar el día a día y además es algo que luego puedes trasladar al mundo del deporte. También tengo muchos amigos con los que me he podido sentar a hablar y desahogarme para contarles mis problemas. No he recurrido a ningún profesional, pero, si lo hubiera hecho, no tendría problema en decirlo porque creo que es algo a lo que hay que dar normalidad. De hecho, pienso que es algo que debería probar todo el mundo al menos una vez en la vida. Yo ya lo hice en su día y fue una buena experiencia, pero ahora mismo, como me veo bien, no he recurrido a ningún profesional y me ha valido con mis amigos y con los libros que leo.

¿Qué libro recomendaría?

-La rueda de la vida (de la psiquiatra y escritora suizo-estadounidense Elisabeth Kubler-Ross), que está más enfocado en el tema de la muerte y que creo que puede servir para valorar más el día a día. Cuando se muere un ser querido es un shock increíble, pero pienso que lo deberíamos tener como algo más normal, porque la muerte es algo natural que tiene que pasar. Es algo que nos tiene que servir para disfrutar más del momento y, aplicando esto al deporte, tener claro que perder un partido no tiene que convertirse en un drama, que hay muchas cosas peores en la vida que perder un partido.

Eso es la presión, salir a ganar sabiendo que la derrota es posible...

-Sí, y hay que saber llevarla. Cada uno la lleva de distinta forma, aunque personalmente estoy mejor ahora en este sentido, porque antes era más joven, pero creo que he madurado bastante como pelotari.

Después de superar ese proceso de casi un año sin contrato, en junio volvió con Baiko para completar un verano en el que ha brillado, pero en el que también pasó momentos malos, sobre todo tras quedarse fuera del Masters.

-Ha sido un verano un poco alocado. Hice un buen Cuatro y Medio de San Fermín, luego no contaron conmigo para el Masters y me dio un poco de bajón, pero hay que seguir porque aquí nadie te debe nada y no debes nada a nadie. Creo que lo hice bien en los partidos que me pusieron como suplente en el Masters, di una buena imagen para que vieran que estaba en forma. Me ponía mis pequeños objetivos y ya está.

Y ahora llega el Cuatro y Medio de Primera. Superó la primera eliminatoria (22-12 a Peña II) y ahora empieza la liguilla de cuartos. ¿Siente que se la juega para poder entrar luego en el Parejas?

-No. Creo que he dado un buen nivel, incluidos los partidos que he jugado contra Altuna (la final del Cuatro y Medio de San Fermín y un mano a mano en el Atano), y creo que la empresa ahora confía en mí. El partido del otro día era una eliminatoria a vida o muerte y tenía mucha presión porque salí como favorito en las apuestas. No disfruté, pero lo supe llevar bien y partidos así ayudan para comprobar que estás bien.

Y ahora se ha ganado el derecho a disputar tres partidos más en la liguilla de cuartos de final, aunque contra rivales muy complicados.

-Es un grupo muy duro. Están Ezkurdia, Urrutikoetxea y Jaka, que son tres campeones, y la verdad es que va a ser muy duro, pero, si confío en mí mismo y hago mi juego como lo estoy haciendo hasta ahora, tengo posibilidades de clasificarme para semifinales, pero tengo que ir partido a partido. Primero contra Ezkurdia, un rival muy duro que encima conoce muy bien el frontón Burunda y lo tiene al lado de Arbizu, su casa, aunque yo también he jugado alguna vez aquí y creo que puedo hacerlo bien.

Y qué decir de la otra parte del cuadro, con Altuna III y Bengoetxea VI.

-Es otro grupo duro. Lo parece menos porque no hay tantos campeones, pero hay dos pelotaris que vienen desde abajo, como son Elordi y Peio Etxeberria, que están jugando todo el verano increíble, sobre todo Elordi, al que en la eliminatoria contra Artola (al que derrotó 16-22) le vi muy bien preparado física y mentalmente y creo que puede dar alguna sorpresa.

En cualquier caso, se le nota pleno de confianza y con juego. ¿Cree que sólo le falta una txapela para culminar su progresión?

-Ese objetivo siempre está ahí, pero desde el principio del campeonato lo ves muy lejano, y más si empiezas desde octavos de final. Cuando te vas acercando, ya piensas más en ello, pero de momento la clave está en llegar a semifinales. Tengo tres partidos muy duros, pero lo voy a intentar a tope.

En su regreso a profesionales le está acompañando el buen juego, los resultados y el apoyo del público.

-Aparte de mi familia y mi amigos, siempre viene gente a apoyarme y eso es de agradecer, y más ahora que empieza a venir más gente al frontón después de que durante la pandemia no hayan podido. El viernes creo que va a haber un buen ambiente porque Ezkurdia juega cerca de casa y también va a venir gente de Iruña y Viscarret, mi pueblo, para apoyarme.

¿Siente que tiene carisma?

-Siempre me han dicho que soy un pelotari eléctrico y que gusta verme jugar. Yo no lo puedo decir, pero me gusta que me lo digan.

El Cuatro y Medio se va a resolver un día después de la retirada de Aimar Olaizola, el final de una era.

-Así es, y ha sido una época increíble. Estaban muy buenos pelotaris como Aimar, Irujo, Xala€ Pero pasan los años y tienen que estar otros. Algunos empezaron a despuntar muy jóvenes, como Altuna e Irribarria, y unidos a gente como Ezkurdia están marcando otra época. Ahí estamos unos cuantos para pelear por las txapelas, aunque creo que esta época va a ser diferente porque las pelotas andan más, son más vivas, es otro juego, casi todo de aire€ Es todo distinto, pero estamos bien preparados.

¿Cómo sería su pelotari perfecto?

-Con el gancho de Olaizola, la volea de Irujo y el garrote de Irribarria.

¿Y nada de Unai Laso?

-El sotamano.